El XXVIII Encuentro de Telecomunicaciones de Santander se celebró bajo un clima de cordialidad con unos protagonistas sonrientes pero conscientes de los mismos problemas endémicos de la industria y sabedores de que el tiempo juega en su contra. Europa fue el eje temático de estas jornadas. Esa Europa Digital por la que se clama en todos los foros pero que no termina de materializarse; hay muchas heridas abiertas. Los agentes de la industria piden consolidación de los operadores, creación de un mercado único digital, mayor inversión en infraestructuras de nueva generación, en suma, que Europa sea un continente eficaz y capaz de competir con los gigantes asiáticos y estadounidenses. Pero la burocracia comunitaria, unida a la necesidad de consensuar las decisiones entre 27 países, no hace sino ralentizar un proceso que resulta perentorio y clave para nuestra supervivencia como potencia tecnológica. Las alarmas están sonando y la Comisión Europea que preside Juncker -que ya dispone de su cartera de comisarios recién estrenada- tiene en su tejado una complicada pelota. El alemán democristiano Günther Oettinger, excomisario de Energía y lego en la materia, asume la cartera de Economía Digital y Sociedad de la Información, en sustitución de Neelie Krooes. Ante la exasperante inoperancia comunitaria, los lobbies de la industria mueven sus resortes y este encuentro, el segundo bajo el mandato de José Manuel de Riva en Ametic, parece haber logrado al menos tener su eco en Bruselas.
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