Once años exactos después el lanzamiento de Windows XP, Microsoft presentaba su nueva criatura, que rompe los moldes de su tradicional sistema operativo. Ante un nutrido grupo de periodistas, una María Garaña exultante mostraba las virtudes del nuevo producto que Microsoft ha tenido que “reimaginar”, urgido por la explosión de las tabletas que propició iPad de Apple, y secundado con fuerza por el mundo Android.
El nuevo sistema llega para cumplir con las tendencias del momento: entorno social, movilidad y el mundo de la nube. Microsoft ha gastado todas sus balas desde el punto de vista de la innovación para conseguir una plataforma que permite no solo disfrutar de los contenidos sino de hacer al usuario un creador activo de información digital. La tableta es el auténtico centro de gravedad de Windows, si bien su interfaz multiusuario y multitarea se adapta a smartphones, ultrabooks y ordenadores personales.
Para ello se ha buscado, como explica María Garaña, una intefaz “moderna e intutitiva con iconos vivos y que es la misma para cualquier dispositivo”. En segundo lugar, Microsoft ha recurrido a sus aliados habituales para su ofensiva: “Windows 8 llega arropado por toda la industria, y ya hay 1.000 dispositivos certificados por Microsoft”, asegura la directiva. La personalización es un punto fuerte de Windows 8 así como su capacidad para gestionar y centralizar información procedente de las redes sociales, el correo electrónico y Twitter.
Para competir con Apple con todas las garantías, Microsoft ha puesto énfasis además en el capítulo de las aplicaciones y ya tiene disponibles en Windows Store una amplía batería de apps que pueden ser descargadas por los usuarios. Entre ellas, abundan las desarrolladas en España como pueden ser ABC, El País, Canal Cocina, Coches.net, El Corte Inglés o Vogue.
El nuevo sistema operativo está disponible en dos versiones para usuario final: Windows 8 y Windows 8 Pro, y existirá una versión empresarial (Windows 8 Enterprise), que ofrecerá nuevas capacidades de productividad móvil con funciones como Windows-To-Go (una imagen corporativa de Windows en un USB); DirectAccess (acceso remoto y seguro a una red privada virtual) y Branch Cache (acceso desde sucursales a los servidores centrales de la empresa).
