La base del negocio en un mundo hiperconectado

Javier Jiménez, Director General de Extreme Networks, explica que las redes actuales son ágiles y de respuesta rápida.

Publicado el 18 Jul 2016

22333_09

Los nuevos paradigmas tecnológicos surgidos en los últimos años -cloud, movilidad, virtualización de las TIC, ciudades inteligentes, IoT, etc.- han supuesto una auténtica revolución para los sistemas de información de las empresas y en particular para la red, que se ha convertido en un elemento flexible y ágil, capaz de acompañar al negocio hacia su transformación digital. Hoy día, cualquier organización, ya sea una empresa o Administración Pública, opera en un mundo interconectado, en el que la mayor parte de las interacciones de negocio se realizan a través de la red. Y es precisamente la red el elemento facilitador que va a hacer posible la completa digitalización del negocio, con toda la potencia y valor que puede aportar a las TIC.

Las actuales tecnologías de red ponen a disposición de las empresas todas las herramientas que estas necesitan para avanzar en su transformación digital. La última tecnología en redes WiFi -802.11ac- permite no solo soportar aplicaciones multimedia, sino también operar en entornos de gran densidad de dispositivos y usuarios y garantizar al mismo tiempo la mejor experiencia de uso. Por otro lado, la tecnología SDN aporta a la red la flexibilidad y agilidad necesarias para adaptarse de forma rápida y dinámica a las necesidades que el negocio tiene en cada momento. Esta flexibilidad es necesaria, por ejemplo, para poder aprovechar al máximo el valor que las soluciones tecnológicas en modo cloud aportan al negocio. Por no hablar de los cada vez más frecuentes entornos de Internet of Things, para los que es indispensable contar con las últimas tecnologías de red en cuanto a seguridad, gestión, análisis, visibilidad y control remoto de dispositivos, asignación de QoS, etc.

Venimos de un mundo de arquitecturas de red estáticas, muy vinculadas a los elementos físicos que las componen, poco flexibles en cuanto a posibilidades de adaptarse a los cambios. Pero el mundo de las redes ha evolucionado. Hoy día, la red es capaz de adaptarse dinámicamente a las necesidades de cada momento, puesto que ya no está tan vinculada al equipamiento físico como antiguamente, de manera que se puedan manejar los recursos de red con flexibilidad. Las redes actuales son ágiles y de respuesta rápida, con más capacidades de automatización y programación, para facilitar la gestión de las cada vez más complejas arquitecturas. Gracias a ello, la red se convierte en un ‘pool’ de recursos que se asignan a cada servicio de forma flexible según las necesidades. Ello flexibiliza la infraestructura TIC de las empresas y facilita enormemente su transformación.

En definitiva, dado que estamos en un mundo hiperconectado, creemos que es imposible plantearse la transformación digital de un negocio si no se cuenta con la red como un elemento esencial en dicha transformación. Y no solo porque la red es el soporte de la mayor parte de las tecnologías actuales, sino porque la red es capaz por sí misma de aportar un enorme valor en todo el proceso de transformación digital.

¿Qué te ha parecido este artículo?

La tua opinione è importante per noi!

C
Redacción Computing

Artículos relacionados