Ha oído alguna vez la expresión ‘Backwards in high heels’ (‘Hacia atrás y en tacones’)? Sepa que la acuñó una mujer, Ginger Rogers, aquella actriz y bailarina que tantas películas del género musical coprotagonizó con Fred Astaire en los años treinta del siglo pasado. La gran Rogers se lamentaba ante la productora cinematográfica de cobrar bastante menos que su compañero de reparto a pesar de que su papel era más arduo, ya que tenía que “bailar hacia atrás cuando él lo hacía hacia delante y con la dificultad añadida de hacerlo en tacones”. En 2009, Tania Kindersley y Sarah Vine escribieron conjuntamente un libro titulado ‘Backwards in high heels. The imposible art of being female’ donde se recupera esa queja tan descriptiva y visual de la Rogers para incidir en la condición de desventaja con la que parte la mujer en el mundo laboral, principalmente en cuanto a salarios y acceso a puestos de dirección se refiere.
Contando con la colaboración de Avanade y VMware, Computing ha organizado el III Encuentro de Mujeres Directivas TIC, que en esta edición ha contado con la participación de 13 profesionales que desempeñan un alto cargo dentro de su organización, y los datos aportados en el evento reflejan que la situación laboral de las féminas ha mejorado con respecto a los tiempos de Ginger pero sigue estando un paso por detrás del hombre. “Un estudio realizado por el Comité Internacional de Mujeres Directivas (Corporate Women Directors International, CWDI) apunta que las mujeres representan el 29,7% de los cargos directivos de las grandes corporaciones en Europa, mientras que en Estados Unidos alcanzan sólo el 22,5%. Y en la lista Fortune Global 200, la tasa promedio de directivas no supera el 18%”, revela Tita López, consejera delegada de BPS, en la apertura del III Encuentro.
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