La Administración Pública no podía ser ajena a este fenómeno, toda vez que cada vez requiere ofrecer servicios puntuales y satisfactorios al ciudadano. Desterrar aquella burocracia opresiva de otros siglos ha sido la gran conquista de Internet y los canales móviles, pero aun así la maquinaria estatal sigue siendo ese gran dinosaurio de lentos movimientos que tiene que bandearse con los nuevos comportamientos de los usuarios insertos en el mundo colaborativo y las redes sociales. La tecnología va muy rápida pero los modelos convencionales no siguen ese ritmo frenético; lo cual es motivo de frustración tanto entre proveedores como entre responsables de TI de las organizaciones públicas, pues se ven maniatados a la hora de dotarse de las mejores herramientas para que los funcionarios puedan desempeñar mejor su labor, lo que redundaría positivamente en la sociedad y en la ciudadanía. Aspectos organizativos y de liderazgo también son objeto de debate frente a la ausencia de una estrategia nítida global. En este estado de cosas estructural, hay que añadir un aspecto coyuntural que complica la situación y lastra el futuro. La incapacidad manifiesta de conformar un Gobierno es un telón oscuro que paraliza la puesta en marcha de proyectos que requieren urgencia para esa España digital por la que tantos suspiramos. Los tiempos de la AAPP no son los tiempos de la tecnología, y en este desfase muchas cosas están en juego. Todos estos temas se pusieron sobre la mesa durante el almuerzo organizado por Computing, en colaboración con T-Systems, al que acudieron directivos tecnológicos de diversas entidades públicas, para exponer cuál es su problemática.
