“El CIO debe mejorar la cuenta de resultados de su organización”

Leandro Pérez Manzanera, Presidente de Autelsi.

Publicado el 18 Ene 2023

Leandro Pérez Manzanera, Presidente de Autelsi.

¿Veremos en 2023 una mayor inversión?

L. P. M.: Se habla de que las inversiones podrán crecer un 10% de media durante 2023 y que lo que sigue estando muy parado es la parte del recurrente, es decir, pasa lo de siempre. La economía española no está en recesión, para ello se necesitan dos trimestres seguidos en los que el PIB decrezca, y eso no ha ocurrido… pero sí hay riesgo de que se produzca lo que se llama estanflación: significa que la economía no crece, pero en cambio suben los precios -estos se incrementan cuando aprieta la demanda, pero ahora no crece la demanda y los precios siguen subiendo-.

El problema es que el PIB no está subiendo, por lo que no se pueden pedir peras al olmo. Hay que considerar que no sobra dinero en las empresas, la mediana y pequeña lo están pasando mal, y es difícil que dediquen parte de su presupuesto a abordar determinados proyectos tecnológicos.

El mercado acoge unos fondos destinados a tecnología que hay quien dice que son difíciles de gestionar.

L. P. M.: La capacidad de gestionar estos fondos proviene sobre todo de la Administración Pública. En cambio, no sé si en la empresa privada están llegando con la velocidad que se preveía, aunque no creo que grandes compañías como Repsol, Endesa o El Corte Inglés no tengan una buena capacidad de gestión. No estoy muy al tanto de la normativa, pero percibo que no se está yendo a la velocidad que se preveía a nivel país.

Y ante esta situación, ¿al CIO ya se le considera parte del negocio?

L. P. M.: Puede haber de todo. En organizaciones muy dependientes de la información, que no tienen grandes activos físicos, como la banca y seguros, es posible que el CIO sea ya más considerado como un partner de negocio. Ahora, en empresas mucho más intensivas en capital físico, como pueden ser construcción, turismo, fabricación de bienes y servicios…, ahí la inversión en TIC no es una partida esencial para sus empresas. Está por otro lado el papel que juega el CIO a raíz de la pandemia y tras haber ayudado a que la empresa siguiera funcionando, ya que ha adquirido mayor visibilidad dentro de la organización. Ahora lo que se les va a pedir, es que mejoren la cuenta de resultados de sus organizaciones.

Si se analiza en cuántas empresas está el CIO en el Comité de Dirección, son menos de las que deberían. Sí es cierto que, como decía anteriormente, se ha producido un avance en el aprecio empresarial sobre las TIC y sus profesionales en los últimos dos años, por su desempeño al habilitar las redes, los sistemas de teletrabajo…; pero que el CIO esté a la par del director financiero, comercial y de recursos humanos, lamentablemente no está extendido y no se está produciendo al ritmo que se debería.

El dato tiene valor cuando se transforma en información para tomar decisiones, y esta en conocimiento para tomar decisiones correctas

En cambio, las firmas de análisis sitúan al CIO en otro nivel superior.

L. P. M.: He asistido durante mucho tiempo a los eventos de Gartner cuando era CIO. Si repasamos los eslóganes de esos encuentros anuales, no hay gran diferencia de unos a otros. El mensaje sobre el CIO siempre es alineamiento con el negocio, cómo funcionar en tiempos de crisis, cómo ayudar al negocio a crecer… siempre es lo mismo. Ahora, es evidente que ninguna empresa niega inversiones para mejorar la red de comunicaciones, el correo electrónico, el sistema de videoconferencia, porque han visto que son funciones vitales. Pero de ahí a que piensen que las TIC mejoran la cuenta de resultados o ayudan a vender más productos -a excepción de la venta online-, se está todavía lejos.

Además, ahora tiene que compaginar su función con otras figuras en alza, como el CDO y el CISO.

L. P. M.: Es cierto que ahora hay tres figuras diferenciadas: El CIO, el CDO -Chief Data Officer-, que puede depender, o no, del CIO según los casos, y el CISO, que en muchos casos ya no depende del CIO. Este trinomio, a veces suele colgar de departamentos distintos.

¿Qué opina sobre el valor que se le está dando en los últimos tiempos al dato?

L. P. M.: La informática, como se llamaba en los 70, siempre ha sido digital -nació con ceros y unos- y la información se ha procesado digitalmente. ¿Qué ha pasado?, que se ha producido el abaratamiento del almacenamiento y la bajada del precio de los procesadores para gestionar grandes contenidos digitales. A partir de aquí, se ha visto que no es más importante poder procesar todos los datos, sino disponer de buenos datos, de valor, y que sean relevantes. Esta función de limpiar los datos, homogeneizarlos… es complicada.

La importancia del dato reside en que pueda ayudar, por ejemplo, a conocer las pautas del consumidor: qué consume, cuándo, a qué hora… El dato tiene valor cuando se transforma en información para tomar decisiones, y esta en conocimiento para tomar decisiones correctas.

Para estar en el mercado y mantener los procesos operativos, la cloud es incuestionable, tanto por precio, como por seguridad y disponibilidad

¿Está de acuerdo con que el futuro está en la nube?

L. P. M.: La flexibilidad que los grandes proveedores dan a una gran empresa es enorme, me refiero a los Google, Amazon o Azure, porque puedes acceder a la capacidad que necesites en el acto, algo que es fundamental. Eso ha mejorado claramente la calidad, la agilidad y la disponibilidad en el delivery. Para estar en el mercado y mantener los procesos operativos, la cloud es incuestionable, tanto por precio, como por seguridad y disponibilidad, y para ampliar y escalar.

En este marco, ¿sigue existiendo una carencia de talento y de profesionales?

L. P. M.: Como empresario, observo que encontrar cualquier perfil, ya sea de infraestructura, operador, técnico de sistemas, de base de datos, un analista… con una calidad razonable al coste que quieren pagar las organizaciones es misión imposible. No se suben los salarios de estos profesionales, por lo que no es atractivo para ellos, a lo que hay que sumar la mucha rotación que tienen, que deriva en que no haya estabilidad.

A su vez, hay una evidente escasez de estudiantes, tanto por la dimensión de nuestro país como por el poco atractivo que tiene la especialización TIC.

La formación en España es un reto que sigue sin resolverse. La universidad es muy endógena, es cerrada y es difícil que permita acudir a dar clase a profesionales de la empresa; también es difícil que la empresa reciba gente de la universidad.

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Redacción Computing

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