Se cumplen 200 años desde el nacimiento del fundador de Siemens

Werner Von Siemens convirtió un patio trasero de Berlín en una de las compañías tecnológicas más importantes del mundo.

Publicado el 13 Dic 2016

Werner Von Siemens nació un 13 de diciembre hace ahora 200 años y 30 años después fue el responsable de crear lo que hoy es una de las compañías tecnológicas más importantes el mundo. Gracias a una mentalidad emprendedora, cargada de ingenio y pasión por la ingeniería, en 1847 Von Siemens creo en un patio trasero de 150m2 de Berlín un humilde taller con 10 trabajadores, dedicados principalmente a la fabricación de sistemas de señalización ferroviarios, aislantes de cables y medidores de agua. En sólo unas pocas décadas, este taller consiguió crecer hasta convertirse en una de las firmas de tecnología e ingeniería eléctrica más grandes del mundo. Dos siglos después, la compañía que lleva su nombre tiene su sede principal en uno de los edificios más vanguardistas y emblemáticos de Múnich. Construido hace apenas unos meses, estas nuevas oficinas constan de 45.000m2 y albergan a más de 1.200 empleados.

Entre sus muchos descubrimientos, en 1866 Von Siemens realizó una de sus aportaciones más relevantes a la ingeniería eléctrica cuando, basándose en la obra de Michael Faraday, descubrió el principio dinamo-eléctrico, la base principal del uso de la electricidad como una fuente de energía. Desde entonces, la tecnología de corriente pesada, como se llamaba entonces la ingeniería de potencia, se desarrolló a un ritmo incesante.

El primer tranvía eléctrico y la red de telégrafo más larga del mundo

Pero Siemens no cesó en expandir la aplicación de la tecnología en distintos campos hasta convertirla en la herramienta fundamental para el avance y desarrrollo de nuestra sociedad. Siguiendo este camino, en 1879, mostró al mundo el primer tranvía eléctrico con una fuente de energía externa en una exposición comercial de Berlín. Poco después, Siemens instaló las primeras luces eléctricas permanentes de Berlín en Potsdamer Platz y Leipzig Straße. Pronto le siguieron los sistemas de iluminación eléctrica para estaciones de tren, edificios de oficinas, fábricas y instalaciones portuarias. La compañía también construyó la red de telégrafo más grande del Mundo con 11.000 km de línea que unía Londres con Calcuta y reducía a 28 minutos la comunicación entre países.

Werner von Siemens también fue el responsable del primer ascensor de pasajeros eléctrico del mundo. No en vano, en el momento de su muerte en 1892, su compañía entonces denominada Siemens & Halske ya producía 1.000 máquinas de dínamo al año y generaba ingresos anuales de casi 20 millones de marcos. En esta época, el nombre Siemens se había convertido en sinónimo de ingeniería de potencia, un término que además fue acuñado por el propio Werner von Siemens.

Werner Von Siemens y España

Por eso, cuando en 1862 entregó a España el primer telégrafo, Siemens ya era un referente en tecnología. Sin embargo, no fue hasta el 1 de abril de 1895, cuando la compañía inauguró sus primeras oficinas en el país. Un año después, Siemens equipó a la ciudad de Bilbao con el primer tranvía de España. Unos años después, en 1905, la compañía mejoró la movilidad de los barceloneses con la llegada del primer tranvía a la Ciudad Condal.

Pero estas no son las únicas contribuciones de Siemens al desarrollo de la sociedad española. A principios del siglo pasado, la compañía creó la fábrica de material ferroviario en Cornellá y, hace décadas, implantó el alumbrado eléctrico de la ciudad de Valladolid, construyó de la Central Térmica de Sant Adrià de Besòs e iluminó la Torre Picasso de Madrid. Éstos son sólo algunos ejemplos de la imbricación de la compañía en el desarrollo del país.

Más recientemente, la compañía ha participado en relevantes proyectos como el desarrollo de la alta velocidad, la implantación del Anillo Radiológico de la Comunidad de Madrid; la mejora en los sistemas de eficiencia energética de los centros de El Corte Inglés y de los procesos de producción en la planta de GM en Zaragoza o la de Seat en Martorell; la interconexión eléctrica entre la Península y Baleares (Rómulo); la interconexión entre España y Francia a través de los Pirineos (Inelfe); la instalación de los sistemas de iluminación en el complejo de las Cuatro Torres o la automatización de los laboratorios de varios hospitales, entre otros muchos.

Si olvidar la apertura el año pasado del centro de innovación ferroviario en la sede central de Siemens en España, -en la localidad madrileña de Tres Cantos-, que nació con el doble objetivo de crear, probar y desarrollar los más modernos sistemas de señalización y control de tráfico ferroviario. El Centro invierte 20 millones de euros al año y es una muestra más de la apuesta de la compañía por nuestro país que, desde sus inicios en España, siempre ha estado volcada en fomentar e impulsar la innovación en áreas como la industria, la energía, las infraestructuras o la sanidad, con el objetivo de mejorar la vida de las personas y contribuir a crear una sociedad más moderna y competitiva.

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Redacción Computing

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