Es hora de apostar por la diferenciación. Es obvio que si un despacho profesional (gestoría, asesoría o despacho) quiere triunfar o incluso sobrevivir en estos tiempos, tiene que innovar y arriesgar buscando el valor añadido. Y de esta decisiva estrategia empresarial resulta un nuevo concepto que aporta la perfecta unión entre éxito y seguridad: el despacho inteligente.
El objetivo principal con el que deben reinventarse las asesorías es sin duda abrir un gran abanico de posibilidades y ayuda eficaz a los autónomos y pymes. Trámites como administrar de forma efectiva la contabilidad, gestionar las nóminas, crear una escritura de constitución de una sociedad o una tramitación de cualquier caso administrativo y mercantil son reducidos al mínimo esfuerzo gracias al apoyo de los despachos profesionales inteligentes.
Si una asesoría o gestoría fiscal quiere convertirse en un despacho profesional inteligente, tiene que definir una estrategia basada en diez pilares dentro de su organización. Entre ellos están la implantación de procesos e indicadores para poder potenciar nuevas áreas de negocio; la atracción y retención de los profesionales con talento -que aportarán ideas innovadoras- o la anticipación a los cambios del mercado. Los despachos profesionales inteligentes deben buscar la motivación de sus empleados gracias a un sistema de organización flexible que permita llevar a cabo un gran número de tareas de muy diversas maneras y siempre optimizando el tiempo y los recursos disponibles.
Por otro lado, es esencial una apuesta clara por las actividades de responsabilidad social corporativa, así como priorizar la eficacia como máxima de trabajo, y apostar por la búsqueda de la satisfacción del cliente basándose en una mejor relación profesional-cliente. En esa lista de 10 principios no puede faltar una gestión del conocimiento eficaz en pos de un crecimiento positivo y controlado o la calidad en la gestión de los diferentes activos de la empresa.
En definitiva, un despacho innovador ha de ser capaz de adaptarse a los cambios del entorno tecnológico y de mercado, y aportar un proyecto de negocio diferenciador. De esta forma, el uso de las nuevas tecnologías para mejorar la productividad supone otro pilar fundamental. Utilizar las nuevas tecnologías en la gestión de documentos mediante la factura electrónica y un análisis de negocio más amplio y completo adecuado a las nuevas necesidades de los clientes se convierte en una clave esencial para conseguir el éxito. Nunca existieron, como hasta ahora, unas técnicas de gestión tan innovadoras adaptadas a nivel interno y externo de una asesoría.
Las gestorías son conscientes de que esta adaptación es un paso necesario si quieren sobrevivir en el mercado actual. Deben pasar de ser una asesoría que traspasa datos y cumplimenta documentos a un despacho inteligente que se dedique realmente a realizar consultoría y asesoría, que aporte valor añadido, y que pueda dar un amplio rango de servicios a todos sus clientes. Ser un despacho inteligente no es difícil, sólo se necesita compromiso con el negocio y querer seguir creciendo.
Diferenciarse con una propuesta única; esta es la meta que se marca una asesoría que quiere convertirse en un despacho profesional inteligente.
Claves para convertirse en un despacho inteligente
Es obvio que si un despacho profesional (gestoría, asesoría o despacho) quiere triunfar o incluso sobrevivir en estos tiempos, tiene que innovar y arriesgar buscando el valor añadido
Publicado el 03 Oct 2011
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