Las utilities miran con curiosidad e inquietud al cloud computing

Con motivo de la celebración de un especial sobre Utilities, Computing ha reunido a distintos representantes de este sector para saber cómo aprovechan las TIC y qué valor aportan a su negocio.

Publicado el 17 Abr 2012

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El sector utilities es estratégico para cualquier país, pieza esencial de la economía productiva. Sin embargo, actualmente está sometido a cambios importantes, tanto por razones de entorno regulatorio, como por la situación de liberalización y competencia creciente. Además, la innovación tecnológica y el desarrollo de las energías renovables están transformando el sector, creándose un nuevo escenario caracterizado por una cada vez mayor concentración a través de fusiones, adquisiciones y alianzas y mayor competitividad entre entidades, nuevos entrantes nacionales y extranjeros. Al mismo tiempo, el mercado está cada vez más diversificado y requiere una mayor orientación hacia el cliente, lo que implica una necesidad de fidelización y segmentación. Efectivamente, los clientes demandan cada vez mayor información para comparar con la consecuente exigencia de servicios y coberturas cada vez más personalizados y de valor añadido.

Precisamente por la relevancia de este sector, Computing ha querido dedicarle un espacio, reuniendo a diversos representantes de distintas compañías para saber cómo aprovechan las TIC y qué valor aportan a su negocio. Además, estas empresas revelaron cuáles son sus principales demandas en materia tecnológica y sus proyectos más relevantes, en los que se evidenció un creciente interés por las iniciativas basadas en la nube, junto con colaboración o redes sociales. Comenzando por la aportación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones a su negocio, María del Pilar Franco Ramallo, responsable del equipo operativo de la planta Bujagali Hydropower Plant de O&M Energy, compañía subsidiaria de Gas Natural Fenosa, “en nuestro caso, las TIC suponen un valor añadido enorme”, señala la responsable de las fases preoperativas y del mantenimiento de una instalación hidroeléctrica ubicada en Uganda que va a doblar la potencia energética del país. “Hemos integrado las políticas de tecnología del grupo adaptándolo a los requerimientos del cliente como un sistema de gestión integral para la planta, y en eso las TI influyen mucho”. Franco añade que toda la gestión de la planta se lleva a cabo en remoto desde España, aunque cuentan con una pequeña filial en Uganda. Lógicamente, alcanzar esta situación “hubiera sido imposible sin ayuda de la tecnología”, reconoce. Mientras tanto, en una compañía como CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), dedicada al transporte y almacenamiento de productos petrolíferos, “las tecnologías con un condicionante”, señala Rafael Picazo, subdirector de Gestión de Aplicaciones. “En los últimos años, la tecnología nos ha permitido acometer cambios fundamentales. Por ejemplo, llevamos 15 años utilizando una tecnología por satélite para gobernar el oleoducto, lo que nos ha permitido mantenerlo con cuatro o cinco personas, cuando antes requería equipos más grandes que además lo hacían manualmente”.

Por su parte, para una compañía como Enagás, la tecnología también es indispensable. “Actualmente nos enfrentamos a procesos de internacionalización hacia nuevas ubicaciones como en América Latina, con una nueva planta en México”, comenta César Corachán, responsable de Operaciones de Sistemas e Infraestructuras de la entidad, lo que desde luego supone un reto también desde el punto de vista tecnológico. “Las TI han pasado de ser el u´ltimo eslabo´n a tener que ir de la mano del negocio formando parte de las decisiones más estratégicas”, añade. Igualmente, Corachán explica que en Enagás “tenemos diferenciados a los sistemas de información, que abarcan desde sistemas de control básicos al propio ‘core’, y luego la parte de back office. Para ellos, “la movilidad es una cuestión importantísima y crucial, aunque todavía es un tema pendiente, pero estamos trabajando en ello. Queda mucho camino por andar, estamos en la plena revolución de los sistemas de información, porque la demanda que tenemos es exponencial”, objeta.

El complicado ascenso a la nube
T-Systems también estuvo presente bajo la representación de Santiago Cordero, responsable de Soluciones y Sistemas de la compañía, quien asegura que “la tecnología abre nuevas posibilidades de internacionalización ya que antes era muy complejo e implicaba más riesgos, pero ahora con tecnologías como el cloud computing, las comunicaciones son más baratas, y se multiplican las posibilidades. Las TI permiten innovar y son un mecanismo de desarrollo de las compañías, ya que abren posibilidades de negocio”. Mientras tanto, para Daniel Barallat, gerente de Negocio M2M de Vodafone España, “las TI definen un nuevo mundo para las utilities, debido en parte a las nuevas normativas y cambios regulatorios que plantean muchos interrogantes, junto con nuevas tecnologías como el cloud computing, que plantea nuevos problemas como el ser capaces de dar los mismos servicios en cualquier lugar”. Barallat hace alusión concreta al caso de las operadoras, “nos encontramos con que crece mucho el cloud y la movilidad que aportan eficacia, pero también con que las operaciones no siempre se hacen en España sino en puntos remotos, y eso supone abordar situaciones complejas”.

Efectivamente, la disponibilidad y la seguridad son algunas de las principales barreras para el desarrollo del cloud computing. Así lo piensa César Corachán, quien remarca que “no se pueden permitir franjas de indisponibilidad que antes eran posibles”, a lo que Daniel Barallat de Vodafone añade que ciertamente “cuando mueves tus servicios a la nube, la disponibilidad es crítica, porque toda tu inteligencia está ahí”. Tal y como puntualiza Santiago Cordero, el cloud es un tema complejo “porque implica muchas cuestiones asociadas que son importantes, como virtualización o automatización, que generan una mayor velocidad y servicios más dinámicos”, aunque desde su opinión, las barreras asociadas a disponibilidad o seguridad están plenamente solventadas. “En nuestro caso, nuestra disponibilidad es 99,5% porque no dependemos de un data center”, asegura. Pero además de estos potenciales inconvenientes, a las utilities también les preocupa el ámbito normativo, ya que, al estar inmersas en un proceso de expansión internacional, se ven obligadas a cumplir con todas las regulaciones de los diferentes países en los que operen. “Si el dato se encuentra almacenado en un país extranjero su gestión y su seguridad se basará en unas leyes que no necesariamente tienen por qué ser como las españolas. En ese sentido, la gestión distribuida del dato puede ser un problema latente en un país extranjero”, asegura César Corachán.

Otros proyectos
No sólo de cloud computing viven los proyectos TIC del sector utilities. También están interesados en otros campos. Tal y como apunta Daniel Barallat de Vodafone, “una de las tendencias a futuro es la consumerización de los dispositivos. Es complejo, porque implica un cambio radical en la gestión de la compañía”, asegura. A lo que Rafael Picazo de CLH añade que “habrá que buscar un equilibrio para poder gestionarlo con costes razonables”.

Las redes sociales también suscitan interés, tal y como señala César Corachán. “Sí se está valorando en Enagás, pero más como parte de un proyecto de alcance global esponsorizado por la Dirección de Recursos, es decir, una especie de red social interna con el objetivo de compartir e impulsar el conocimiento internamente entre las diferentes áreas, favoreciendo la colaboración”. Y en el caso de O&M Energy, María del Pilar Franco asegura que los proyectos prioritarios están girando en torno a “la consecución de un repositorio de datos comunes y también la colaboración”.

Hacer más con menos
En el caso de las compañías de utilities, los presupuestos también se han visto, en líneas generales, algo más limitados en los departamentos de tecnología. La clave para poder asumirlo es, en palabras de Rafael Picazo de CLH, “intentar concentrar y no tener un parque múltiple de tecnologías. Se nos pide una mayor eficacia y automatización”, a lo que César Corachán de Enagás añade que “es importante elegir al mejor proveedor con los costes más asequibles posibles”. Sin embargo, María del Pilar Franco admite que “a pesar de haber menos presupuesto, sigue habiendo inversión en TI”, lo cual es muy positivo porque permite seguir innovando. “Se puede intentar hacer más barato lo que haces o bien plantearte un cambio de modelo, algo que no es nada sencillo, pero sí lo más deseable”, comenta Daniel Barallat de Vodafone.

Adicionalmente, todos coinciden en que los proyectos tienen que establecerse cada vez más a corto plazo, ya que no es posible como antiguamente arriesgarse a emprender grandes iniciativas transformacionales a largo plazo. Sin embargo, para Rafael Picazo, “esa situación también pasa en otras áreas de la compañía, no solamente en TI. La clave está en hacer las cosas de otra manera, porque si insistes en hacer lo mismo, puedes ir a la ruina”.

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Lucía Bonilla

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