Aceptando el desafío: computación, almacenamiento y conectividad escalables

Manel Picalló, Consulting Solutions Engineer de NetApp España, analiza ciertos usos de la nube en mayor detalle y relata que muchas organizaciones creen estar más integradas en la nube de lo que realmente están.

Publicado el 10 Jul 2019

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Muchas organizaciones se han beneficiado enormemente de poder contar con la nube como base a partir de la cual crear innovadores servicios. El surgimiento de estas revoluciones tecnológicas se ha ido acelerando a medida que los desarrolladores aprovechaban el potencial de la nube para abordar complejas tareas que requerían una gran escalabilidad en sus recursos de redes, almacenamiento y computación.

Hoy en día las ventajas que ofrece la nube no solo son de dominio público, sino que la mayoría de nuestros clientes se consideran empresas integradas en la nube. Sin embargo, si analizamos ciertos usos de la nube en mayor detalle, queda patente que muchas organizaciones creen estar más integradas en la nube de lo que realmente están, y muchas siguen encontrando dificultades a la hora de determinar qué recursos migrar a la nube.

El cloud fomenta la innovación y, claramente, es el medio óptimo para ciertas cargas de trabajo, como refleja su rápida adopción en ámbitos como pruebas y desarrollo (DevOps), trabajo colaborativo y análisis de datos. Hasta ahora, el principal obstáculo a la hora de establecer una metodología cloud-first o híbrida era la falta de integración. La nube exigía sacrificar la capacidad de personalizar su uso y optimizar el rendimiento. El otro reto era cómo organizar la entrada y salida de los datos a la nube.

Eliminando obstáculos artificiales

Este es un problema para el que Cloud Volumes ONTAP de NetApp puede ofrecer funcionalidades únicas y de gran valor, al eliminar la separación artificial entre el almacenamiento en la nube y on-premises, al tiempo que se aumenta la eficiencia de los procesos de ingesta y uso de los datos, independientemente de dónde se almacenen. Esto se consigue de dos maneras. La primera es extendiendo las capacidades de gestión de datos con las que los administradores la tecnología y los desarrolladores cuentan en los entornos internos, haciéndolas extensivas a entornos en la nube como AWS, Azure o Google Cloud.

En términos sencillos, esto se traduce en que ONTAP hace posible aprovisionar almacenamiento NAS y SAN para cualquier entorno y aplicación, todo ello de forma compatible con los estándares más habituales, como SMB, NFS e iSCSI. Y lo que es tal vez más importante, esto incluye herramientas para migrar datos ya existentes, como versiones antiguas de NFS, a los formatos basados en objetos que utilizan la mayoría de las plataformas de servicios cloud para tareas como Machine Learning e Inteligencia Artificial. Y luego es simplemente cuestión de poner los datos a funcionar.

La segunda es utilizando una versión nativa de la nube que sea compatible con la mayoría de las funcionalidades de gestión de datos que los administradores emplean en los centros de datos convencionales y que también son increíblemente beneficiosas para cargas de trabajo en la nube. Simplemente por ver un par de funcionalidades que tienen un gran impacto en proyectos en cloud, tomemos como ejemplo los snapshots y la deduplicación.

Integración entre los servicios

Planteémonos un ejemplo teórico en el que tenemos que transferir grandes volúmenes de datos a un entorno en la nube, para luego crear copias de los mismos para proyectos de desarrollo en paralelo o simplemente como copias de seguridad. Al contar con un mismo conjunto de herramientas para gestionar todo el entorno híbrido, podremos reducir el tamaño de nuestras transferencias de datos (mediante deduplicación) y hacer copias al momento (snapshots) de todo tipo de ficheros y objetos. Este proceso es ágil, eficiente e increíblemente sencillo de iniciar. Además, permite reducir los tiempos de transferencia y los costes de ingestión, y aumenta la fiabilidad de todo el proceso. Esta equivalencia entre servicios permite trabajar de forma más sencilla y ágil, al tiempo que se eliminan muchos de los obstáculos en materia de conocimientos técnicos que suelen limitar el trabajo en entornos híbridos.

Empezando por la nube para dar servicio al centro de datos

NetApp considera la nube como elemento principal y prioritario en el actual contexto de transformación digital de las organizaciones. Esto significa que sus soluciones están diseñadas en la nube y para la nube, con el centro de datos físico como punto final, lo que hace posible auténticas plataformas multicloud conectadas entre sí. Este planteamiento pionero que hemos seguido estos últimos años ha representado un éxito en los múltiples proyectos de desarrollo que hemos emprendido para replantear nuestro software y hacerlo cloud-first, sin hacerlo exclusivo de la nube. Hoy, muchas de las funcionalidades y características que hemos incorporado a nuestro software a lo largo de los últimos 25 años están ya disponibles tanto para la nube como para instalaciones físicas.

Somos muy conscientes de que, de cara al futuro, el IT en entornos híbridos no ha de ser simplemente un punto medio lleno de sacrificios, sino todo un modo de vida para muchas organizaciones. Precisamente por ello consideramos que lo inteligente es plantearse meticulosamente las ventajas que representa contar con funcionalidades unificadas que permitan gestionar cargas de trabajo en todo tipo de entornos. Esa es la clave de la cuestión.

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Redacción Computing

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