El uso de nubes privadas y públicas para construir infraestructuras híbridas escalables ha sido durante mucho tiempo la aspiración de gran parte del sector tecnológico. Así lo demuestran los resultados del estudio anual ‘Enterprise Cloud Index’, que refleja esta tendencia durante los últimos tres años y que en 2020 incluso sitúa en un 86% el número de compañías que lo consideran su modelo ideal, afirmando casi la mitad de ellas (49%) que espera haberlo adoptado en los próximos tres o cinco años.
¿Por qué este cambio es tan importante?
Porque la tecnología que hay detrás de las grandes nubes públicas de Amazon, Google y Microsoft se basa en los mismos principios que la de las infraestructuras hiperconvergentes. Además, estas infraestructuras ahora ya no solo están disponibles para todos y son una forma de reducir los costes y la complejidad de la tecnología, sino que también son un elemento clave para construir nubes privadas escalables y sencillas de manejar como parte de un modelo híbrido.
Al analizar estos números de forma aislada alguien podría pensar que el principal impulsor del cambio es financiero. De hecho, en los centros de datos, por ejemplo, se generan evidentes ahorros de costes al sustituir los tradicionales y complejos servidores y redes de almacenamiento por modelos HCI. Es mucho más sencillo de utilizar y ofrece una escalabilidad similar a la de la nube. Además, también es posible ahorrar algo de dinero al pasar de una financiación Capex asociada al centro de datos a un modelo Opex de plataformas de nube pública.
Sin embargo, la realidad es que los costes ya no son la principal preocupación en el momento de elegir la infraestructura tecnológica para la empresa. El estudio muestra que cuando se preguntó a las empresas por las principales razones que motivaban el cambio, apenas una cuarta parte (27%) mencionó el ahorro de costes como la más importante. La mayoría lo hizo para obtener más flexibilidad y cumplir sus objetivos comerciales (55%), mejorar el soporte al cliente (46%), apoyar a los empleados que estaban trabajando en remoto (46%) o mejorar la seguridad de los datos y el cumplimiento normativo (40%).
En teoría, podríamos conseguir cualquiera de estos objetivos migrando simplemente a infraestructuras hiperconvergentes en el centro de datos. O incluso construyendo una nube privada o trabajando con nubes públicas. Entonces, ¿por qué esta tendencia cada vez mayor hacia la nube híbrida?
Las empresas expresan constantemente su deseo de poder ejecutar las cargas de trabajo en la infraestructura que mejor les convenga en cada momento
La respuesta a esta pregunta no es complicada: porque las empresas necesitan concentrarse en conseguir los mejores resultados comerciales de forma rápida, sencilla y, lo que es crucial hoy en día, sin las limitaciones de un modelo tecnológico concreto. Como han demostrado también otros estudios anteriores, las empresas expresan constantemente su deseo de poder ejecutar las cargas de trabajo en la infraestructura que mejor les convenga en cada momento. Ya sea para mejorar la seguridad, incorporar rápidamente nuevas aplicaciones, desembarcar en nuevos mercados con diferentes normativas, etc. Lo que necesitan es capacidad para desplazar sus cargas de trabajo de manera dinámica, basándose no solo en los costes, sino también en los plazos de comercialización, los picos de demanda y otras variables.
Cada vez se hace más evidente que la mejora de los resultados de negocio solo puede lograrse plenamente mediante una migración a la nube híbrida, trabajando con infraestructuras mixtas, de nubes privadas y públicas, que dispongan de una seguridad uniforme para todas las plataformas. Por ese motivo, hoy nos encontramos en un punto de inflexión para convertir esta aspiración en una realidad a medida que las empresas se dan cuenta de todas las ventajas que ofrece el modelo de nube híbrida para sus negocios.
