¿Cuáles son los objetivos fundacionales del Observatorio de Prospectiva Tecnológica e Industrial (OPTI)?
La fundación se creó hace doce años con el objetivo de proporcionar información sobre tendencias de evolución de futuro a todo a todas aquellas organizaciones tanto públicas como privadas que sientan la necesidad de tomar decisiones estratégicas teniendo en cuenta hacia dónde apuntan las tendencias tecnológicas. Esto y la difusión de la tecnología fueron los dos motivos principales.
¿Qué ofrece la prospectiva?
La prospectiva nace en los años 50 para el desarrollo del sector de la Defensa. Cuando se puso de manifiesto la importancia que tienen los ejercicios de prospectiva es en la década de los 70 de la mano de la petrolera Schell. Son los años en que se constituye la OPEP y el mundo está en pleno proceso de transformación. Entonces ellos detectan que la evolución ya no va a ser lineal sino que puede haber una evolución rupturista. Esta ciencia se basa en la metodología de los escenarios para ver qué puede suceder. Y en cada uno de estos escenarios se les dice a las empresas cómo deben reaccionar. En aquellos momentos se produce la guerra del Yom Kipur y, como consecuencia, una gran subida de los precios del crudo. La única petrolera que demostró estar preparada para hacer frente a un hecho de esas características fue Schell y pasó de la séptima a la tercera en el ranking mundial. Esto demostró que anticiparse al futuro puede ser una gran ayuda. Los grandes ejercicios a nivel nacional empiezan en los años 90, y es que se empieza que en el entorno internacional algo está cambiando, cuando la globalización comienza a mostrarse. Los ciclos de productos son cada vez más cortos y eso hace que las empresas tienen que tener muy claro cuáles son los que van a tener efectos en su mercado, porque el tiempo de recuperación de las inversiones es muy corto, la evolución de la tecnología es cada vez más rápida y que las TIC están revolucionando el mundo de los negocios y el personal. En esta década en Alemania, Reino Unido, Francia o Austria empiezan a hacer sus primeros ejercicios de prospectiva. En España se constituye la Fundación en diciembre de 1997 y empezamos a trabajar en 1998.
¿Con qué presupuesto cuenta OPTI y que aplicación real sobre el mercado tienen sus estudios?
Tenemos un presupuesto bajo. En nuestra fundación agrupamos a las principales instituciones tecnológicas del país, desde el propio CSIC donde nos nutrimos de conocimientos en el área científica, el CDTI, la Oficina de Patentes, y además de una serie de centros especializados en diferentes áreas de conocimiento: el CIEMAT en energía, la Fundación Genoma España en biotecnología,etc. Somos muy ágiles; tenemos una estructura central muy pequeña y vamos articulando los proyectos en función de las necesidades. Esto nos permite actuar con un presupuesto reducido.
¿El capital es público?
Cuando empezamos en 1997, el capital era totalmente público y en la actualidad estamos al cincuenta por ciento entre la partida presupuestaria del Ministerio de Industria y del propio mercado. Nuestros clientes son gobiernos autónomos, ministerios, asociaciones empresariales, Unión Europea, Proyectos de Naciones Unidas en América Latina y organizaciones privadas. No podemos ser totalmente privados porque lo que hacemos va encaminado a orientar políticas públicas. Y adicionalmente nuestro producto es demandado por el mercado.
¿Qué proyectos TI tienen en marcha?
Estamos preparando con el Mityc un informe sobre las oportunidades tecnológicas e industriales para ayudar a un cambio de modelo productivo, en el cual todos los temas relacionados con las Tecnologías de la Información están contempladas como una área clave y como parte básica de todas las áreas de estudio. Hasta ahora hemos hecho diversos informes sobre las TIC: e-salud, la industria de contenidos digitales, la convergencia de infraestructuras y servicios en el sector de las Telecomunicaciones, las TIC y la emergente economía digital…
¿Se invierte lo suficiente en innovación en nuestro país?
No, estamos en el 1,60 de nuestro Producto Interior Bruto por debajo de la media de la Europa de los 15 que está en el 1,83. Suecia, por ejemplo, está en el 3,60 del PIB. Sin embargo, si lo dividimos por zonas geográficas, Madrid está al mismo nivel, ya que está en el 2,1. También hay que ver la relación entre lo que se invierte y lo que sale. Ahí nuestra relación es mala. Aunque estamos por debajo, vamos por el buen camino en términos de inversión. El gran problema es que lo que se invierte en I+D no se traduce en productos y mercado, y en exportación, en la misma proporción que en los países nórdicos donde la relación entre los que investiga y se produce es muy directa. Además en España cuesta el doble en tiempo y dinero patentar algo frente a Estados Unidos. Habría que cambiar los baremos de los grupos de investigación, en lugar que se le califique por su publicación debería puntuarse por los contratos que tiene para la empresa y los desarrollos. En España somos los que más publicamos en revistas científicas pero en cambio somos los que menos patentamos.
Cuál es el retrato de nuestro país en materia de I+D+i. ¿Cuál es su punto de vista sobre el tejido empresarial español?
Creo que hay una buena base tecnológica industrial para poder dar un salto y esa buena base la tenemos en el sector del transporte, en las energías renovables, las tecnologías del agua, el sector agroalimentario, la salud diagnóstico por imágenes, etc. Quizá lo que nos falta es planificar más el futuro. Un modelo a seguir es Finlandia, que hace 25 años era una economía rural, y ahora es un referente en el desarrollo de la sociedad de la información, electrónica, etc. También deberíamos ser más selectivos, en España estamos acostumbrados a apuntarnos al mismo carro, como es el caso de la biotecnología en donde todas las comunidades están apostando al unísono. Debemos elegir aquellos sectores donde se de el equilibrio entre nuestras capacidades y las oportunidades de futuro que ofrecen.
¿Cómo se ve desde OPTI la evolución de la actual crisis económica?
Estamos haciendo un estudio para el Ministerio de Industria sobre cuáles son las oportunidades que ofrece la tecnología para ayudar al cambio del modelo económico. Nuestro país ha estado basado no en la economía del conocimiento sino en puestos de trabajo menos cualificados como el sector servicios en el campo del turismo o la construcción, y tenemos que dar ese salto. Ese salto no va a ser fácil, no va a ser rápido… Tenemos muchos sectores muy bien posicionados tecnológicamente para tomar ese testigo del desarrollo económico como puede ser el sector del transporte, el de las energías renovables, el sector agroalimentario y a la vez tenemos que hacer un importante esfuerzo de integrar la tecnología en sectores más convencionales como el textil o el calzado.
¿Observa diferencias entre el sector público y el privado?
Los niveles de implantación de las TI son similares. En la pequeña y mediana empresa hay todavía un camino por recorrer a la hora de incorporar las TIC en la gestión empresarial y tener unos sistemas modernos, para control de proveedores como tiene la Administración, Hacienda es un ejemplo. En el sector de la salud existe un hándicap, que reside en la interoperabilidad de los equipos, porque la sanidad está transferida a las comunidades. A la hora de que los equipos sean interoperables para mandar información esto es una limitación en el desarrollo de la eSalud.
¿Qué opinión le merece la reducción de presupuestos por parte de la Administración?
Recortar presupuestos en la Administración es aconsejable, pero no precisamente en aquellos que se destinan al impulso tecnológico. No obstante, en épocas como estas debemos ser capaces de optimizar al máximo los recursos, gestionando mejor las inversiones en I+D.
¿Qué proyectos de futuro tienen en marcha?
Acabamos de terminar un estudio sobre fármaco genómica, para el conocimiento del genoma humano para trabajar en la medicina personalizada, un campo en el que España tiene mucho que recorrer y que queremos impulsar desde nuestra fundación. Nuestros estudios han evolucionado de ser puramente sectoriales a ser más de tecnologías horizontales y de respuestas a las necesidades de mercado. Lo que marca el futuro de una empresa no es la adscripción a un sector determinado sino el dominio de la tecnología y la capacidad de dar una respuesta rápida a las necesidades del mercado. Así las empresas modernas pueden navegar en diferentes sectores, como es el caso de Gamesa, de la eólica ha pasado a hacer turbinas para aviones. En este sentido nuestros estudios están relacionados con movilidad en grandes ciudades, sistemas embebidos (dotar de inteligencia a los productos incorporando microtecnología, hardware y software, en un coche, una lavadora o una prenda de vestir).
¿Qué planes de futuro tienen en OPTI?
Estamos viendo que la gran empresa empieza a valorar la prospectiva aunque a plazos más cortos. Tenemos hojas de ruta o identificación de tecnologías críticas útiles para la empresa. Por tanto el sector privado es una de nuestras apuestas. En Latinoamérica trabajamos con Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en proyectos regionales de prospectiva (vamos a iniciar sobre el desarrollo del sector textil basada en la utilización de la lana de los camélidos, llamas y alpacas, un mercado que está muy infrautilizado). Otro campo que estamos empezando en Brasil y queremos trasladarlo a otros lugares es la prospectiva aplicada a la ciudad, concretamente en Curitiba, capital del estado de Paraná. En este estudio vamos a ver cómo desarrollar la conectividad, la movilidad, para atraer capital y talento. Crear el caldo de cultivo para que una ciudad sea capaz de captar empresas innovadoras y fomentar el conocimiento y el talento entre las personas que viven en ella.