¿Cómo pueden los CIOs seguir siendo relevantes en el panorama tecnológico?

Wayson Vannatta, CIO de WatchGuard Technologies.

Publicado el 15 Dic 2020

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A medida que la tecnología cloud, el análisis de datos y la ciberseguridad dominan cada vez más la agenda de las TIC, los CIO de la vieja escuela necesitan encontrar nuevas formas de añadir valor a las organizaciones de las que forman parte.

Infraestructura, propiedad intelectual y seguridad informática… Hace apenas una década, el papel del CIO como encargado y guardián del centro de costes de la trastienda que eran las TIC estaba bien definido. También lo estaba su lugar en la mesa de honor, donde su experiencia en lo que era entonces un área esotérica de operaciones no fue cuestionada.

Cómo han cambiado las cosas. Incluso cuando las tecnologías digitales emergentes han perturbado las industrias y profesiones, muchos CIO han visto disminuir sus competencias, al tiempo que un montón de especialistas se han puesto en el centro del escenario.

Entre ellos se encuentran los Chief Information Security Officers, Chief Data Officers y los Chief Technology Officers.

Llega la hora, llega el hombre (o la mujer) y, en un momento en que las organizaciones se enfrentan a una evolución e incremento rápido y constante de amenazas , los CISO se dedican ahora a tiempo completo a mitigar los riesgos de seguridad y privacidad; algo que solía ser una de las muchas responsabilidades del CIO.

Mientras tanto, el reconocimiento colectivo de que el análisis de los datos de la empresa y de los clientes puede ser la clave para el aumento de las ventas, la productividad y la rentabilidad ha hecho que decenas de grandes organizaciones creen una nueva vacante en el equipo directivo. Entra (o aparece) el CDO, con la misión de supervisar la implementación de los sistemas de inteligencia artificial y las herramientas de análisis de datos, y gestionar el gobierno de los datos de la empresa. Una investigación de Gartner sugiere que el 75% de las grandes empresas tendrán un CDO en 2021 y que sus despachos gozarán de un estatus similar al de los directores financieros y jefes de recursos humanos.

Hay que añadir el hecho de que las políticas de “cloud first” y la revolución del “as-a-service” han eliminado la responsabilidad de gestionar la infraestructura de los CIO y la han entregado a los CTO, y no es sorprendente que muchos en la cohorte se cuestionen ahora su lugar en el esquema de la alta tecnología.

Encontrar nuevas formas de añadir valor

Pero pensar lateralmente en el papel del CIO puede dar lugar a muchas oportunidades para que los experimentados jefes de información hagan una contribución única y valiosa.

La crisis del COVID ha obligado a las empresas de todos los sectores y tamaños a reevaluar casi todos los aspectos de sus operaciones, desde la dotación de personal hasta la gestión de la cadena de suministro y el control de las existencias. Muchas han hecho cambios significativos en sus modus operandi, como el caso de trabajar a distancia, y se verán obligadas a hacer muchos más, a fin de mantenerse al día y competir en lo que se perfila como una situación económica extremadamente difícil a largo plazo.

Habrá una gran necesidad de los Chief Innovation Officers o “directores de innovación”, es decir, de líderes de las TIC que sean proactivos a la hora de encontrar formas creativas de fortalecer el negocio, desde una perspectiva de alta tecnología. Ya sea abogando por disposiciones adicionales de ciberseguridad para contrarrestar campañas maliciosas, o recortando la factura de almacenamiento mediante la migración a un almacén de datos en la nube, nunca ha sido más importante encontrar oportunidades para recortar costes y aumentar la eficiencia.

Los “directores de iniciativa” o Chief Initiative Officers, personas con información privilegiada cuyo profundo conocimiento de las unidades de negocio más allá del departamento de TI les permite identificar las formas en las que las tecnologías emergentes como la IA y el aprendizaje automático pueden ayudar a la empresa a ser más ágil y productiva, también tienen un papel que desempeñar. Para impulsar este cambio de forma eficaz, es útil que los CIO se posicionen como “directores de influencia”, es decir, expertos cuyo consejo es respetado por otros líderes de la organización porque se han tomado el tiempo necesario para comprender sus retos y prioridades.

Mientras tanto, la necesidad de un “jefe de inversiones en TIC” o Chief ICT Investment Officer es perenne. Con los presupuestos bajo presión en todos los ámbitos, poder utilizar datos sólidos para demostrar el rendimiento de la inversión de los proyectos e iniciativas propuestos será fundamental para que éstos superen las barreras.

Mirando hacia un futuro de rápidos cambios

El tiempo no se detiene para nadie. El panorama de las TIC sigue evolucionando a una velocidad desconcertante y los CIO de la vieja escuela deben transformar sus papeles y habilidades a ritmo acelerado, si quieren seguir siendo miembros relevantes y valiosos del equipo de liderazgo.

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Redacción

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