Grupo Osborne

El objetivo inicial marcado por el necesario aumento de la capacidad de proceso en batch y en interactivo, se ha visto superado por las estrategias e-business que el grupo tiene en mente desarrollar.

Publicado el 14 Nov 2001

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Osborne es, sin duda, una de las grandes empresas vitivinícolas españolas que han contribuido de manera decisiva a conseguir que la denominación de origen Jerez se haya convertido en una de las más prestigiosas del mundo. Pero hoy día, el vino, con ser la parte más importante de su cuenta de resultados, no es la actividad exclusiva de esta empresa con cerca de 1.100 empleados.

A través de un proceso de diversificación llevado a cabo durante los últimos años, esta empresa, con casi tres siglos de antigüedad, ha constituido un grupo en el que además de los brandys, finos, amontillados, olorosos, riojas y oportos, adquieren protagonismo la crianza y comercialización del cerco ibérico, tras la adquisición de Sánchez Romero Carvajal, o la hostelería, con la creación de la cadena Mesones 5J. Un grupo, en definitiva, fuertemente asentado en el amplio sector de la alimentación que tenido que adaptar sus estrategias de negocio y, como consecuencia, sus sistemas de información para atacar un mercado tan maduro como competitivo en la esfera nacional, como más allá de nuestras fronteras.

Si hasta 1997, Osborne era un conjunto de islas dispersas de negocio con diferentes entornos de sistemas y aplicaciones a medida absolutamente inconexas, a partir de dicho año las tecnologías de la información pasan a constituirse como una necesidad para soportar el cambio estratégico de negocio planeado por su cúpula.

Potenciar la marca, centralizar el esfuerzo de la red de ventas, ampliar la penetración en nuevos mercados internacionales (Holanda, Reino Unido, Alemania, México, Estados Unidos), externalizar procesos de negocio como los relacionados con la logística y la distribución y, por supuesto, configurar un grupo corporativo homogéneo, llevaron a la sociedad a diseñar un plan de informática capaz de provocar un giro radical respecto del pasado. Desde hace cuatro años, como explica Jesús Viejo, jefe de sistemas de información, el mayor logro de nuestro departamento ha sido devolver la confianza de los usuarios en la informática corporativa y configurar una arquitectura capaz de evolucionar y dar respuesta a sus inquietudes respecto de la utilización de las nuevas tecnologías aplicadas al negocio.

Una andadura que se ha recorrido por la senda de la máxima integración, si bien aprovechando algunas tecnologías previamente existentes con el fin de evitar riesgos considerados como innecesarios. De esta forma, junto a la implantación de un nuevo ERP y de otras soluciones complementarias capaces de conjugar una plataforma consistente, se mantuvo la arquitectura de sistemas centrada en su elemento básico -un servidor central de la familia de sistemas AS/400 de IBM- para potenciarlo en el tiempo con diferentes capacidades.
La gran decisión en su momento se centró en el sistema de gestión corporativa a desplegar. Se analizaron diferentes propuestas y las conclusiones se agruparon en doce criterios técnicos y de servicio, pero todos con una prioridad fundamental el tiempo total de implantación.

Si el nuevo ERP corporativo tenía que cerrar un ciclo de sistemas aislados y descentralizados donde la consecución de estadísticas e informes era poco menos que una tarea imposible, el tiempo de implantación debía ser el más corto posible. Como explica Viejo, el problema fundamental era que el anterior sistema de información no daba soluciones a las nuevas estrategias de negocio marcadas por el consejo de administración. El sistema a seleccionar debía cubrir la mayor parte de nuestros requerimientos en el menor espacio de tiempo y JDEdwards cubría ambas expectativas. Un año fue el plazo previsto y cumplido finalmente el proyecto para la implantación de la plataforma JDEdwards arrancó en abril de 1997 y entró en producción en febrero del año siguiente.

De la mano de Arthur Andersen como integrador de la plataforma, el nuevo sistema buscaba la integración y consolidación de los datos provenientes de las diferentes delegaciones bajo el paraguas de un único sistema de información, centralizando procesos que anteriormente quedaban como mundos aislados de datos. Las áreas económico-financieras, de distribución y producción quedan cubiertas con la solución, aunque también se han realizado adaptaciones de los módulos para cubrir necesidades específicas del negocio el sistema no contemplaba la problemática de la doble unidad de medida (piezas de jamón y peso) o el libro de alcoholes que nos vemos obligados a llevar cuidadosamente. A pesar de esto, la estrategia es clara y pasa por adaptarse el máximo al estándar, con el fin de reducir los costes de mantenimiento y de cambio de versión.

Con este escenario, el posible cambio de plataforma tecnológica era considerado más como una variable de riesgo que como una ventaja competitiva y de hecho el tiempo nos ha dado la razón. Aprovechar la experiencia acumulada en la casa y la de nuestro suministrador, IBM, nos ha permitido avanzar en la implantación del sistema y solucionar los problemas que encontrados en el camino para solventar los problemas culturales que siempre se producen en una migración de este tipo y pensar en futuras evoluciones. Osborne está empezando ya a pensar en el empleo de las nuevas tecnologías y de hecho ha diseñado modelos de negocio para aprovechar esquemas e-commerce en algunos de sus productos, una experiencia que se pondrá en marcha para el año próximo.

Si la versión OneWorld de JDE estaba, en 1997, en sus albores de desarrollo, actualmente se la ve como una plataforma madura, máxime desde la presentación al mercado de la versión XE. Y este cambio forma parte de uno de los proyectos a corto plazo en los que están trabajando los profesionales de sistemas del grupo.

Este más que posible cambio de versión afectaría sin duda a la actual solución para la fuerza de ventas basada en un desarrollo de Vincle International, una plataforma que se viene utilizando desde hace cuatro años.
Usuario de los sistemas AS/400 desde su presentación al mercado a comienzos de la década de los ochenta, Osborne implantó, a principios de este año, un modelo 820 con tecnología RISC de la nueva familia de servidores iSeries de IBM. El objetivo inicial marcado por el necesario aumento de la capacidad de proceso en batch y en interactivo, se ha visto superado por los nuevos proyectos que el grupo tiene en mente desarrollar.

Desde el principio, la informática del grupo se ha basado en sistemas IBM, en una evolución que parte desde los Sistema 3 hasta los AS/400 actuales. La incorporación del nuevo ERP impuso el estudio de la plataforma de sistemas.

Tras unos pasos iniciales donde las opiniones iban más dirigidas hacia el mundo Windows, finalmente se optó, por algunas razones ya mencionadas, por la línea continuista, cubriendo además las necesidades imperiosas de capacidad de proceso y rendimiento del servidor central. La implantación de JDEdwards nos ha llevado a colapsar las diferentes máquinas adquiridas desde 1997. El último cambio realizado en febrero de este año no ha sido una excepción. Necesitábamos capacidad de proceso y la máquina actual de la familia iSeries no los ha proporcionado. Ahora tenemos la capacidad necesaria para agilizar de manera muy positiva los trabajo interactivos y batch, y hemos conseguido incluso disminuciones de casi un 70 por ciento en los tiempos de proceso, comparados con los anteriores. Procesos batch como los de facturación que antes se nos alargaban tres horas quedan finalizados actualmente en menos de una. Fundamentalmente los beneficios se han notado más en la parte batch que en la parte interactiva.

Cumplidas las exigencias de rendimiento, las funcionalidades de los nuevos iSeries permitirán también atacar nuevos proyectos como el ya mencionado de e-commerce, o el actualmente en curso dirigido a la remodelación del sistema de mensajería corporativa Osborne está migrando una solución basada en NT/ccmail hacia la implantación de una plataforma Lotus Domino sobre el mismo servidor central, después de haber barajado diferentes posibilidades hemos analizado Microsft Exchange pero tengo que decir que no nos ha ofrecido las suficientes garantías de solidez.

En ambos proyectos, la utilización de un sistema como WebSphere se prevé crítica. De hecho, los responsables de Osborne ya están empezando a evaluar un producto que ha madurado como servidor de aplicaciones y que incluye un entorno de desarrollo altamente cualificado.

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Redacción Computing

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