…para que ciertos colectivos profesionales se tornen determinantes a la hora de alcanzar más rápidamente el punto de inflexión, que devuelva a la sociedad a la senda del crecimiento económico y a la recuperación laboral. Tal es el caso de los licenciados e ingenieros en informática, una profesión no suficientemente valorada aún por la sociedad, que se enfrenta en estos momentos a la gran prueba de fuego que determinará su éxito a corto plazo.
No obstante, antes de entrar a revisar que puede aportar la Ingeniería Informática al nuevo modelo productivo, que se nos viene encima en los próximos años como país y como globo terráqueo, es necesario ver su implicación en el esquema actual.
Nos guste o no, nuestra economía es de servicios por excelencia. España, se basa poco en la precaria y poco competitiva industria nacional (con contadas aunque relevantes excepciones) y, cada vez menos, en el sector primario. La actividad de este último se ve sustentada en mayor o menor medida gracias a la agricultura de exportación del litoral valenciano y murciano, amenazada gravemente por productos procedentes de fuera de nuestras fronteras, más baratos y asequibles pese a que su calidad no es equiparable normalmente a la de los productos autóctonos.
Sectores donde somos diferenciales
Los únicos sectores productivos donde España es “relativamente” diferencial son el de las telecomunicaciones, con Telefónica y todas sus filiales globales a la cabeza, la banca, con Santander y BBVA como puntas de lanza, gracias a su correcta gestión y la alta automatización de sus procesos y, como no, el turismo, campo en el que nuestro país es referente mundial -tanto como gestor en el exterior como gestor en España y receptor en general-.
Eso no quiere decir que nuestra actividad se confine únicamente dentro de estos ámbitos. En el sector de la moda y el diseño internacional también sobresalimos ocasionalmente, aunque sin grandes perspectivas, al menos a corto plazo. Alguna vez se ha hablado de que somos una potencia sanitaria, como así lo ha contrastado el interés de otras naciones por adoptar un modelo similar al nuestro. No entraré a valorarlo porque no lo conozco suficientemente.
La labor de los ingenieros informáticos en concreto
¿Tienen los ingenieros en informática algo que decir en estos sectores? Sí, ¡claramente! En todos y cada uno de ellos tenemos nuestro hueco relevante y oportunidades para aportar nuestra experiencia y saber hacer. Al igual que hay ingenieros industriales o ingenieros de telecomunicaciones al frente de grandes empresas e instituciones, debemos ocupar posiciones relevantes en los próximos años.
Para ello es necesario poner en valor los conocimientos del los CIOs, y escalarlos a continuación al consejo de administración, verdadero motor de las empresas, a fin de que éste alinee el negocio con las tecnologías de la información para ser más productivos. Sólo de esa manera podremos transmitir a la empresa nuestros valores y nuestros conocimientos de automatización y gestión, con la confianza de que nos sea reconocido por las empresas y posteriormente por la sociedad.
Para ello precisamos ayudar a que cale en la Dirección de la Empresa el que se aplique poco a poco la norma ISO 38500 (Gobernanza – Buen gobierno de las tecnologías de la información). Por su parte, los propios CIOs, siendo más gestores y menos técnicos, deben comenzar a aplicar normas tipo ISO 20000 (norma que proporciona a las organizaciones un planteamiento estructurado para desarrollar servicios fiables de tecnologías de la información) e ISO 27001 (norma internacional auditable que define los requisitos para un sistema de gestión de la seguridad de la información) y exijan a sus empleados que se guíen por buenas prácticas ITIL.
Época de cambios y desafíos
Ante los desafíos que se plantean, a mi modo de ver los ingenieros en informática tenemos que tomar postura política activa (no necesariamente de partido). Es una profesión joven (se constituyo en España en 1979) y los grandes ingenieros que ocupan grandes puestos solían ser de otras especialidades pero el grueso de la profesión ya empieza a ser mayorcito y la mayoría tiene entre 30 y 50 años. La edad para tirar del carro de la sociedad
Mi postura en este caso pasa por llevar a cabo varias y profundas reformas estructurales. Al ritmo que los políticos consideren oportuno, tal vez sin prisa, pero sin pausa. Es necesario flexibilizar el mercado de trabajo. No entraré en cómo exactamente pero hemos de poder competir con los países más avanzados de Europa, no con los de la cola. Debemos tener un modelo que no penalice la creación de empleo y que facilite su dinamización, equidad y solidez. De otro modo no seremos capaces de adecuarnos a la caprichosa demanda y a las normas existentes a nivel continental en el campo de la tecnología en general, y de la ingeniería informática en concreto.
Por otro lado, el coste de tener un mercado algo fracturado y decenas de leyes que chocan nos llevará inevitablemente a aunar normativas y restablecer cierta unidad de mercado en España. El mercado buscará la vía de hacerlo si no lo hace la política. La descentralización económica tiene muchas ventajas y ha permitido que las comunidades compitan entre sí y tal vez se desarrollen más rápidamente pero, tanta descentralización, tiene grandes desventajas. Al igual que se está planteando en banca la consolidación de las cajas, se ha de llegar a algo similar en ciertos servicios que prestan las comunidades autónomas. Existen diferencias entre comunidades, que no hacen más que fragmentar los mercados, elevar los costes operativos, dificultar la movilidad, e impedir la consecución de beneficios derivados de un mercado mayor. No podemos poner el foco en la internacionalización como tabla de salvación de la empresa española y no facilitarnos a nosotros mismos las cosas en el mercado interno. Si esto no fuera posible, es preciso afianzar sin más demora los lazos con Iberoamérica y otros mercados emergentes, tal vez alguno tan cercano como Marruecos o Argelia, que tenemos aquí al lado.
Por último, y no por ello menos importante, es necesario poner al día nuestro sistema educativo con un programa sólido y duradero, impermeable a cambios y caprichos políticos de un lado u otro y con garantías de competitividad. Estos días parece que está a punto de aflorar un acuerdo. ¡Ojalá! Esto permitirá ejecutar la reducción del abandono y el fracaso escolar en todos los niveles de la enseñanza, la migración hacia un espacio europeo de educación superior y su modernización tecnológica, todo ello desde unos cauces de comunicación oficial que permitan la participación activa de los todas las partes implicadas.
La importancia de posicionarse a tiempo
En todos estos puntos los ingenieros informáticos podemos poner nuestro grano de arena y debemos tomar postura. Con una postura pasiva, no tendremos reconocimiento. Yo defiendo lo que planteo arriba y creo que debemos tomar conciencia como grupo de ingenieros bien formados y mantenemos firmes en todos esos argumentos. Cada uno con los suyos y con su matiz político. Si tomamos posturas sensatas estaremos ayudando también a salir de la crisis más rápidamente y a cambiar el modelo productivo (o lo hacemos nosotros mismos, o nadie lo va a hacer por nosotros).
En resumen, en los dos grandes puntos (reformas estructurales y modelo productivo actual), mucho tenemos que aportar los ingenieros informáticos…, y los economistas, y los camareros, y los comerciantes, y las empleadas de limpieza. Esto va con todos.
