Pese a tener un ejercicio fiscal que José Ignacio Niharra, director general de Apple en España, calificó de excelente, Apple no ha cumplido las previsiones anunciadas desde su casa matriz de Cuppertino para su cuarto trimestre del ejercicio 2000, lo que motivó una drástica bajada de sus acciones en Nueva York. El hecho de no alcanzar los 2.000 mil millones de dólares de facturación anunciados para el último trimestre (de hecho han sido de 1.870 millones) fue el detonante de su caía en bolsa (casi un 50%), de la que se ha recuperado levemente.
Pero pese a la incidencia bursátil, Apple ha cerrado su ejercicio fiscal con un crecimiento del 30 por ciento en ventas y del 31 por ciento en beneficios lo que representa haber alcanzado 7.983 millones de dólares en el ejercicio 2000 con un beneficio neto de 786 millones de dólares.
En cuanto a los resultados del último quarter, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre del presente año, la compañía ha logrado un beneficio neto total de 170 millones de dólares (33.150 millones de pesetas) frente a los 111 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Las ventas trimestrales ascendieron a 1.870 millones, lo que representa un crecimiento del 40 por ciento respecto al año pasado.
En cuanto a ventas, Apple vendió 1.122.000 ordenadores en el trimestre, de los cuales, 570.000 eran iMac. Esta cifra representa un incremento del 45 por ciento sobre las unidades vendidas en el cuarto trimestre del ejercicio 99.
Al no conseguir el objetivo de dos mil millones, la compañía ha buscado las causas y decidido adoptar medidas para solucionar el problema lo antes posible. El origen de ese desfase entre previsiones y resultados reales está, según Steve Jobs, consejero delegado de la firma, en el exceso de inventario en el canal.
