SGI ha traído a España su familia de servidores Origin 3000, lanzada al mercado estadounidense a principios del pasado verano. Con esta nueva gama la compañía lleva al extremo su estrategia de servidores a la carta, dado que su tarjeta de presentación es su escalabilidad apoyada en la modularidad. Al estar compuesto por diferentes módulos que incorporan distintas funcionalidades -tecnología modular NUMAflex-, el usuario es capaz de configurar su equipo con las prestaciones deseadas y, una vez establecidas éstas, ampliarlas tanto como sea necesario. Otra de las ventajas de esta disposición es la ampliación de los módulos a medida que surgen nuevas tecnologías.
José Ángel Cortijo, director general de la filial española, insistió durante la presentación de los equipos en el hecho de que SGI es un suministrador global y, precisamente gracias a nuestra modularidad, podemos cubrir diferentes sectores . De este modo, el mercado objetivo de la serie Origin 3000 abarca desde la industria, a la Administración, ciencias o telecomunicaciones.
Los equipos Origin 3000 -con la denominación Onyx 3000 si incorporan elementos gráficos- se caracterizan por su compatibilidad binaria respecto a los equipos anteriores, según José Emilio Permuy, director de Servicios al Cliente de SGI, así como por contar con dos tipos de procesadores, por un lado chips MIPS con IRIX como sistema operativo, y por el otro, Itanium con el sistema Linux.
La familia se estructura en tres equipos, el 3200, 3400 y 3800, éste último con capacidad de albergar hasta 512 CPUs. En cuanto a la aceptación del producto Cortijo aseguró que ya tenemos más de 100 millones de dólares en cartera antes del lanzamiento oficial .
