La utilización de TRIZ, que conduce al desarrollo de la capacidad de resolución de problemas traduciéndose en una reducción del tiempo y de los recursos dedicados a esta actividad, es posible gracias a las 32 herramientas que contempla el método y de las que Domb aprecia dos como básicas los 40 Principios Fundamentales y el denominado Ideal Final Result. Estos 40 Principios se apoyan en el reconocimiento de una contradicción básica cuando cierto aspecto de algo se mejora, otros se empeoran; y su utilización permite superar esa barrera, facilitando a través de una tabla las interrelaciones entre los diferentes aspectos, ya sean de un producto o proceso, de manera que se obtiene la regla a través de la cual es posible conocer los ámbitos en los enfatizar el esfuerzo a la hora crear. Por su parte, Ideal Final Result se basa en la siguiente ecuación Ideal=Beneficios/Costes+Incovenientes.
Una vez conseguida la lluvia de ideas a través de la utilización de estas herramientas el siguiente paso consiste en evaluar las diferentes soluciones propuestas para llegar a aquella que más se aproxime al ideal.
Según Ellen Domb, la utilización del método TRIZ, que ya se emplea en empresas como Toshiba, Siemens, Philips, Sanyo, Fuji y LGI, entre otras, y especialmente para desarrollar nuevos productos y servicios, permite aumentar a las personas naturalmente creativas (right-brain) y no habitualmente creativas (left brain), su capacidad de resolución de problemas en un 80 y un 800 por ciento, respectivamente.
La mayor parte de nuestra vida la dedicamos a resolver problemas y esta realidad se hace aún más patente en el mundo de las empresas. Con estas palabras, la prestigiosa especialista en TRIZ y presidenta del grupo PQR, Ellen Domb, inició la presentación de esta revolucionaria metodología en el marco de un seminario organizado por The Washington Quality Group, que coincidió con la inauguración del Instituto de Creatividad Empresarial, una nueva división de la firma especializada en liderazgo y coaching que nace con el propósito de acercar a España la visión de los más reconocidos expertos en Creatividad Empresarial.
TRIZ es el acrónimo ruso de la Teoría de Soluciones Inventivas para Problemas, un método desarrollado por Genrikh Altschuller y cuyos orígenes se remontan a la Rusia de los años 50. Originalmente TRIZ surgió como una respuesta a la necesidad de mejorar la situación del país soviético y a raíz de los primeros movimientos de emigración en los años setenta se produjo una expansión de su conocimiento, que se intensificó durante la Perestroika, explicó Domb, quien señaló que en la actualidad TRIZ se está convirtiendo en una metodología global y la puesta en marcha de la revista on line TRIZ (www.triz-journal.com) en 1996 ha permitido a sus estudiosos publicar sus investigaciones.
En esencia TRIZ es un sistema de resolución de problemas que parte del reconocimiento de la existencia de ciertas reglas universales de la inventiva, las cuales constituyen el cimiento de las innovaciones creativas. Desde esa premisa y tras llevar a cabo, a lo largo de los últimos 50 años, el análisis de más de tres millones de patentes de todo el mundo, los desarrolladores de TRIZ establecieron tres conclusiones principales en las que se apoya esta metodología, a saber los problemas y las soluciones se repiten en diferentes industrias y ciencias, también se repiten los patrones de evolución técnica, y las innovaciones utilizan efectos científicos externos a su campo de desarrollo.
