Aún no se ha hecho el anuncio oficial, pero todo apunta a que tendrá lugar en la próxima Cumbre Hispano-Lusa, cuya celebración estaba inicialmente prevista para diciembre, pero que parece se retrasará hasta 2011. Se trata de la desaparición de las tarifas de roaming en las comunicaciones móviles de voz y datos que se realicen en la Península Ibérica, una muy buena noticia para los ciudadanos y no tanto para los operadores. Las autoridades entienden que la desaparición del roaming entre España y Portugal, como ya sucedió entre el Reino Unido e Irlanda, supondrá un impulso a las comunicaciones entre ambos países. “Permitirá que los 3,5 millones de españoles y los 3 millones de portugueses que cruzan cada año la frontera en viajes de turismo o negocio, utilicen más sus teléfonos y ordenadores”, en palabras del embajador de España en Lisboa, Alberto Navarro.
Las operadoras, por su parte, prefieren no opinar por el momento ya que “desconocemos este acuerdo y no tenemos información sobre el tema por parte de las autoridades ni comunicativas ni españolas”, se indica desde Vodafone España. En cualquier caso, la operadora de origen británico considera que “la UE no debe entrar en la regulación de precios minoristas, creemos que el mercado es altamente competitivo y que los clientes pueden optar entre multitud de ofertas”.
La medida se sitúa en la línea del objetivo de la Unión Europea (UE) de crear un mercado europeo único de las comunicaciones de cara a 2015 y constituye un paso más dentro de las acciones marcadas en la Agenda Digital para la consecución de este objetivo.
En este escenario, el roaming viene siendo un caballo de batalla entre la UE y las operadores desde 2005, año en el que Estonia acogió una reunión de los reguladores en materia de comunicaciones de 32 países en la que se puso de manifiesto la existencia en el Viejo Continente de unos precios de roaming excesivamente elevados. Casos como el del ciudadano alemán que recibió una factura de 46.000 euros tras haber descargado un programa de televisión durante su estancia en Francia o el del estudiante británico que tuvo que hacer frente a un pago de 9.000 euros por la utilización de su móvil mientras realizaba un curso de un mes en España no son inusuales.
Con el objetivo de evitar que los ciudadanos se enfrente a estas “facturas de infarto’ tras una estancia más o menos breve fuera de su país habitual de residencial, la Comisión Europea (CE) puso en marcha en 2007 la ‘Roaming Regulation’ con el establecimiento sucesivo de la bautizada como Eurotarifa en el roaming de llamadas, datos y servicios SMS.
En línea con ese proceso, vigente hasta el 30 de junio de 2012, el pasado 1 de julio entró en vigor un nuevo marco tarifario para el conjunto de los países miembros de la UE y se introdujeron nuevas obligaciones para las operadoras entre las que destaca el establecimiento para los viajeros un límite de datos en roaming fijado automáticamente en 50 euros, a no ser que el cliente haya fijado previamente otro límite superior o inferior. Las operadoras están asimismo obligadas a enviar un mensaje de advertencia al usuario cuando éste alcanza el 80% de los datos marcados en el límite para la cuenta de roaming.
La guerra sigue abierta pero no hay que olvidar que las medidas promovidas por la CE recibieron el pasado verano el espaldarazo del Tribunal de Justicia de la UE, que otorga a la institución potestad para imponer límites a los precios que facturan las operadoras a los usuarios cuando realizan llamadas en roaming, respondiendo así negativamente a la demanda presentada en 2007 por cuatro de las grandes operadoras móviles: Vodafone, O2, T-Mobile y Orange.