Spaceborne Computer de HPE se ha conectado con éxito en el espacio

Por Mark Fernandez, Americas HPC Technology Officer en Hewlett Packard Enterprise y coinvestigador principal del experimento.

Publicado el 25 Sep 2017

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Hace un mes que el cohete SpaceX CRS-12 fue lanzado al espacio desde el Centro Espacial Kennedy, situado en Florida, enviando el HPE Spaceborne Computer a la Estación Espacial Internacional.

Este mes ha sido largo e intenso para nosotros, los ingenieros de HPE Spaceborne Computer, mientras estábamos a la espera de recibir nuevas noticias de la NASA sobre cuándo podríamos poner en marcha el proyecto espacial. Además, junto con la espera, llegó el huracán Harvey y gran parte de mi equipo, junto a uno de los principales centros de mando de la NASA, nos encontramos ante una situación en la que nos vimos muy limitados debido a las secuelas que dejó por el camino.

Finalmente y tras una larga espera, nos llegó la confirmación de que todos los sistemas estarían disponibles para el jueves, 14 de septiembre.

Mi compañero, Dave Petersen y yo estábamos ansiosos y expectantes, porque el gran día había llegado. Eran las 5 de la mañana y nos conectamos al portal de la NASA para configurar las ventanas de visualización. Después de unos minutos trabajando, pudimos observar a los astronautas flotando alrededor de la Estación Espacial Internacional. “¡Mira! ¡Son nuestros chicos!”, dije mientras veía a los astronautas atornillar el Spaceborne Computer en su rack designado. Aunque el sistema pesa más de 56 kilogramos en Tierra, carece de peso en el espacio, por lo que los pernos son pequeños y se utilizan simplemente para mantenerlo en su lugar.

Una vez el sistema estaba en el lugar indicado, uno de los astronautas llevó a cabo la instalación física que conecta los cables de refrigeración por agua a la conexión Ethernet. Este paso es esencial que se haga antes de encender el superordenador y con ello asegurarnos de que no hay una fuga de agua. Sin fugas a la vista, era hora de conectar el sistema. Para nosotros fue un gran momento, porque mientras esperábamos ansiosamente y observábamos desde la Tierra, nos preguntábamos: “¿Se encenderá el sistema? ¿Se disparará el disyuntor?”. Éstos fueron algunos de los pensamientos que rondaron por mi cabeza en ese preciso momento.

Pudimos observar cómo la primera de las dos luces verdes se encendió en el primer inversor. Acto seguido, se encendió otra luz verde en el segundo inversor. ¡Vivimos un momento de pánico absoluto! Se supone que deben encenderse dos luces verdes en cada inversor. Uno de los astronautas activó el voltaje de 48 y 110 voltios y unos pocos segundos después, pudimos ver cómo se encendieron las dos luces verdes en cada inversor. “¡Lo logramos!” Pensé para mí mismo, “¡El Spaceborne Computer está conectado!”.

Una vez instalado el hardware, desde Tierra se comienza a manejar la administración del sistema

Una vez toda la instalación de hardware había sido completada con éxito, era hora de que yo asumiese el control y comenzase a trabajar en la administración del sistema, así como en las descargas de software necesarias. Todo iba según lo planeado. El sistema está funcionando en el espacio idénticamente a como lo hace su gemelo en la tierra.

Finalmente, el momento que todos habíamos estado esperando llegó y yo estaba listo para lanzar la última prueba multi-nodo High Performance LINPACK (HPL). Esta prueba determinaría cuántas multiplicaciones por segundo podría producir el sistema. Si todo iba bien, pondríamos en marcha el High Performance Conjugate Gradients (HPCG), que fue diseñado para complementar el punto de referencia HPL. Estas pruebas colectivas son la base del ranking Top500 de superordenadores en la Tierra.

El Spaceborne Computer logró más de un billón de cálculos por segundo

Una vez iniciamos la ejecución HPL, esperamos los resultados pacientemente. Deseábamos obtener el número más alto posible (la mayoría de las multiplicaciones) así que no me atrevía a comprobar el progreso de unos 15 minutos más o menos, por temor a ralentizar parte del proceso. La ejecución del HPL finalizó por completo y no sólo fueron válidos los resultados, sino que el Spaceborne Computer logró más de un billón de cálculos por segundo, también conocido como un teraFLOP. Todo ello verifica los resultados y por ello no dudamos en poner en funcionamiento el HPCG.

¡Estábamos atónitos! Esto era exactamente lo que habíamos estado esperando. El Spaceborne Computer de HPE es el primer sistema informático comercial de alto rendimiento que puede conseguir un teraFLOP en el espacio.

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Redacción Computing

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