Más allá de la realidad

Por Laura Raya, Directora del ‘Máster Universitario en Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación’ y del ‘Experto en Desarrollo para Realidad Virtual, Aumentada y Mixta’ en el Centro Universitario U-tad.

Publicado el 27 Ene 2022

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Las realidades extendidas, como son la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta, han dado mucho de qué hablar durante este año. Mientras que la realidad virtual supone que el contenido a experimentar por el usuario sea generado plenamente a través del ordenador, la realidad aumentada y la mixta combinan tanto contenido virtual como real ante los ojos del usuario. Sea cual sea la realidad consumida por las personas (real, virtual, aumentada o mixta), sin duda alguna, las sensaciones percibidas con unas gafas inmersivas ofrecen grandes posibilidades y un prometedor futuro digital.

En los últimos meses, grandes empresas como Microsoft, Google, Apple, Epic Games o Facebook han anunciado cuantiosas inversiones para la generación, tanto de hardware como de software, relacionados con las realidades extendidas. Por ejemplo, recientemente Facebook ha informado de que para el desarrollo de su metaverso va a generar más de 10.000 puestos de trabajo en Europa relacionados con los mundos virtuales de aquí a los próximos cinco años. Y es que, en contraposición con los que piensan que las realidades extendidas solo sirven para crear nuevos videojuegos, las aplicaciones que encontramos prometen una revolución digital en la sociedad.

El metaverso de Facebook generará 10.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años

Realidad virtual en la salud

Sin ir más lejos, el uso de la realidad virtual en el ámbito de la salud mental está siendo probada y aplicada desde hace varios años a través de técnicas de Virtual Reality Exposure Therapy (VRET). La característica perceptual de presencia que ofrece la realidad virtual provoca que el paciente se sienta presente en un entorno totalmente generado por ordenador distinto al entorno físico. Esa sensación de presencia provoca que el usuario responda física y mentalmente de manera similar a lo que haría sintiéndose presente en un entorno físico y real. Al tener esta premisa, es posible simular entornos especializados controlados remotamente por un profesional de la salud o psicólogo para ir entrenando su comportamiento o aplicando terapias especializadas, que pueda ser extrapolable al mundo físico, después de las sesiones con realidad virtual. En el grupo de ‘Investigación de Realidad Virtual y Computación Gráfica’ del Centro Universitario en Tecnología y Arte Digital U-tad, hemos analizado desde hace años la aplicación de la realidad virtual en entornos sanitarios, apreciando las bondades que esta tecnología ofrece.

Una muestra de lo anterior es ‘Virtual Transplant Reality’ (VTR), un proyecto pionero, que tengo el placer de dirigir desde el punto de vista tecnológico, para mejorar la calidad de vida y el bienestar psicoemocional de los pacientes pediátricos con trasplante hepático a través de técnicas gamificadas, narrativas e interactivas en realidad virtual y aumentada que estamos desarrollando junto al Hospital La Paz de Madrid.

Por otro lado, no son pocas las aplicaciones que este tipo de realidades pueden ofrecer a la industria. El entrenamiento a empleados, la formación en entornos virtuales que disminuyan Laura Raya, Directora del ‘Máster Universitario en Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación’ y del ‘Experto en Desarrollo para Realidad Virtual, Aumentada y Mixta’ en el Centro Universitario U-tad los riesgos económicos y personales a los trabajadores, la personalización y repetición de formaciones laborales o el seguimiento y visualización de modelos digitales, son solo algunos de los ejemplos que las realidades extendidas pueden ofrecer a la industria 4.0. La unión de sensores de Internet of Things (IoT), la simulación de gemelos digitales y la visualización de todos esos datos con realidades extendidas, mejorará la productividad y el funcionamiento de una cadena de producción industrial.

El ojo de las redes sociales

Las redes sociales parecen estar transformándose a un lugar donde no solo se comparte texto o imágenes, sino también experiencias en realidad virtual. La conocida red social TikTok ha comprado la empresa desarrolladora de gafas de realidad virtual Pico; o Facebook hace unos años adquirió a la empresa Oculus y se ha convertido en la compañía que más gafas de realidad virtual vende.

La asistencia a eventos o a reuniones a través de entornos tridimensionales virtuales, la participación en conferencias al otro lado del mundo, la generación de un teletrabajo con más presencia, la aplicación de metodologías educativas participativas a través de entornos simulados o la formación práctica en entornos simulados seguros, son solo otros de los ejemplos donde la realidad virtual o mixta están evolucionando sin pausa.

La simulación de gemelos digitales y la visualización de todos esos datos con realidades extendidas, mejorará la productividad de la cadena de producción industrial

La unión de todas estas aplicaciones está dando lugar a la creación del archimencionado concepto de ‘metaverso’. El metaverso se refiere a un entorno virtual, social, interoperativo y persistente donde poder recrear las dinámicas sociales y económicas del ser humano a través del ordenador. Gracias a la realidad virtual, las actividades a realizar dentro del metaverso serán inmersivas y, por lo tanto, los usuarios se sentirán realmente presentes en el metaverso. Es decir, será una extensión de nuestra propia vida, pero en Internet. Lo virtual dejará de ser únicamente auditivo y visual, y adquirirá el término clave de la realidad virtual, la presencia. Pasaremos a sentirnos realmente ‘presentes’ en Internet, tanto física como mentalmente. Una presencia personal virtual que traiga consigo otra experiencia de relación a distancia más inmersiva y con más posibilidades. Todo ello, en la red de Internet. Dentro del metaverso no solo será posible relacionarse con otras personas a través de avatares como dinámica social, sino que se podrán efectuar compras de bienes virtuales a través del comercio electrónico y las criptomonedas, campañas de marketing, actividades de ocio y hasta aparecerán nuevos puestos de trabajo, tanto para la construcción y mantenimiento del metaverso, como trabajos virtuales dentro de ese mundo que ofrezcan servicios virtuales a los usuarios. Nos podrá aportar nuevos entornos donde hacer pruebas industriales, como el metaverso que plantea Nvidia para maquinaria. Acercamiento social y telepresencia virtual con personas que físicamente puedan encontrarse al otro lado del mundo. Un teletrabajo con más presencia que evite desplazamientos en el mundo físico, mejorando los niveles de contaminación al reducir los atascos.

En resumen, un mundo abierto, donde cada uno elija quién quiere ser personalizando y modificando su representación virtual a través de su avatar. Donde las reglas se basan fundamentalmente en nuestro mundo físico (comercio, dinero virtual, trabajo y ocio) pero con las facilidades que tiene lo virtual frente a lo presencial.

Mark Zuckerberg.
Mark Zuckerberg.

La batalla del metaverso

No cabe duda de que, en los próximos meses, las grandes empresas tecnológicas vivirán la batalla de ser las grandes constructoras del metaverso que más se utilice. Nvidia y Microsoft ya han anunciado su implicación en el desarrollo de metaversos. Epic games ha conseguido 1.000 millones de dólares este año para financiar el concepto de metaverso. Sin embargo, la mayor prueba del interés por esta tecnología ha sido el cambio de nombre de Facebook a Meta, mostrando así una clara evidencia del potencial interés por ganar esta batalla. ¡Y es que hablamos de la activación de una nueva industria virtual que nutra a este metaverso y a sus avatares!

Sin embargo, el éxito de un metaverso que realmente ofrezca todas las posibilidades que promete, no puede llevarse a cabo con la enorme falta de profesionales especializados en generación de mundos virtuales y en realidad virtual, con la que cuenta el mundo. Si como responsables de la formación de los futuros profesionales, somos capaces de anticipamos a los desafíos que un fenómeno tan nuevo como el de la realidad virtual supone, en corto espacio de tiempo veremos cómo aumentan las oportunidades laborales para la creación de soluciones en, prácticamente, todos los sectores de la sociedad. Actualmente, existe una gran demanda de este tipo de profesionales por parte de las empresas que buscan expertos que faciliten la creación de nuevas líneas de negocio con esta tecnología, pero la falta de candidatos con una sólida formación especializada es notable.

Artículo originalmente publicado en el Anuario Computing 2022.

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Redacción

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