Aunque el término liderazgo, por su significado positivo, se asocie a momentos de bonanza, lo cierto es que los grandes líderes surgen en las épocas de crisis, cuando el modelo económico o social está agotado y es preciso afrontar los retos del presente, con el aprendizaje del pasado, para la construcción del futuro.
Curiosamente, si bien el debate sobre las competencias y aptitudes que se requieren para la figura de un líder comenzó hace ya varias décadas, es ahora cuando se está llevando a la figura del CIO. Indiscutiblemente, nos encontramos en una situación en la cual es preciso encontrar una salida para nuestra economía, cuando el modelo económico tradicional está agotado. Sin lugar a dudas, la capacidad de saber comunicar es uno de los elementos más imprescindibles en la figura del CIO.
Sólo a través de la comunicación se puede abordar la tan manida frase de la ‘alineación de negocio y tecnología’; pero también es el único medio para llevar a los departamentos de tecnología hacia un nuevo futuro en el que se vea claramente su valor y aportación en el seno de la empresa, y no quede reducido a los profesionales que se encuentran tras el número telefónico del centro de soporte, y que hacen acto de presencia cuando tenemos un problema en nuestro correo que nos impide desarrollar nuestra actividad diaria en el trabajo. Por añadidura, los tecnólogos somos los más cercanos por naturaleza a Internet y las posibilidades que ofrece. Decía el sociólogo Manuel Castells que Internet es mucho más que tecnología, constituyéndose en un medio de comunicación, interacción y organización social. Somos nosotros los que mejor conocemos las posibilidades que brinda este medio, lo que nos da una ventaja respecto de otras funciones a la hora de demostrar nuestro valor.
No solemos dar la importancia adecuada a la capacidad de saber comunicar, aunque desde el punto de vista teórico todos somos conscientes de la necesidad de poner en práctica estas dotes de comunicación, tan vinculadas a la gestión del cambio necesaria en los momentos actuales. En este contexto, es necesario también aunar las voluntades y necesidades de los CIO para transmitir al mercado cuáles son sus problemas y alinear oferta y demanda en pos de un objetivo común. Quizás sea debido a la dinámica de cambio del sector, pero resulta curioso leer los informes de Penteo que muestran las diferencias existentes entre las expectativas y necesidades de los CIO en años venideros, y los crecimientos esperados por línea de negocio que manifiestan los proveedores.