Cómo valorar la eficacia de tu entorno de trabajo digital

En los tiempos que corren, un gran número de empresas y autónomos se han visto obligados a rediseñar por completo su plan de funcionamiento para poder incorporar un mayor número de puestos de trabajo digitales

Publicado el 29 Jun 2020

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Los avances en tecnología digital hacen posible que muchos puestos de trabajo que en el pasado requerían nuestra presencia física —tanto oficinas como comercios o incluso sedes bancarias— puedan hoy en día realizarse desde entornos de trabajo digitales, casi desde cualquier lugar con una buena conexión a la red.

En los tiempos que corren, un gran número de empresas y autónomos se han visto obligados a rediseñar por completo su plan de funcionamiento para poder incorporar un mayor número de , siguiendo con los requisitos impuestos por la gestión de una pandemia global, prácticamente de un día para otro.

La digitalización ya no solo de los puestos de trabajo sino también de la manera que tienen de operar, el funcionamiento de sus sistemas y estrategias ha sido clave para la supervivencia de estas empresas. Cualquier automatización juega a favor, ya que facilita las operaciones del día a día y asegura que no se produzcan fallos de comunicación o errores humanos. Los más avanzados y con acceso a tecnología punta, o quienes ya estaban muy bien establecidos en la red, sin duda se han proclamado ganadores en esta etapa de cambio y adaptación. Dicho esto, cabe reflexionar sobre lo que está por venir y para automatizar los procesos y mejorar la producción.

¿Cuáles son los factores más importantes a la hora de valorar la efectividad de un entorno de trabajo digital?

  • Ciberseguridad: Sin duda, un aspecto que no debemos pasar por alto. La ciberseguridad es clave para el buen funcionamiento de cualquier entorno digital, tanto para proteger al empleado como a la empresa.
  • Objetivos: Identificar objetivos concretos resulta vital para poder avanzar en conjunto hacia una misma meta y poder medir el trabajo de empleados y colaboradores, o la interacción con clientes a través de plataformas digitales, en cualquier periodo determinado de tiempo. Sin esos objetivos, será mucho más difícil medir el progreso realizado.
  • Identificación de cambios: Igual de importante es poder medir los cambios, a la par que se mide el progreso, y analizar datos históricos para poder ajustar y adaptar según las necesidades y objetivos acordados. Por ejemplo, identificar cambios en la participación de empleados en videoconferencias puede ser determinante para identificar que es necesario ajustar el formato o la manera de conectar con ellos o de mantenerlos informados.
  • Integración de equipos y ecosistemas: Para el buen funcionamiento de un , la colaboración debe ser posible y de forma accesible e instintiva entre los distintos equipos y colaboradores. Un buen uso de las nuevas tecnologías debería poder facilitar los procesos, llevar a la automatización de funciones para un mayor beneficio del usuario y desde luego no crear barreras en la comunicación dentro del entorno. Es importante contar con la tecnología necesaria que permita adaptarse y evolucionar con las necesidades de cambio.

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Redacción

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