Una hoja de ruta para la nueva cultura digital

Acerca de la transformación digital no hay grandes certezas; no hay un modelo definido, ya que todo se produce de una forma disruptiva y a gran velocidad. Moisés Camarero, director general de Compusof, propone una ruta.

Publicado el 07 Jul 2017

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Un cambio que proviene de la sociedad y que altera todas las estructuras empresariales, sin excepción, obligando a los sectores a reinventarse. De este parecer es Moisés Camarero, director general de Compusof, para quien este fenómeno conlleva “invertir en tecnología”, y del que los CEO (un 66% está convencido de ello) ya no pueden sustraerse porque marca el devenir del futuro de su empresa. Las corporaciones españolas que se han sumergido en la digitalización registran un incremento en sus ventas del 39% y demuestran valores mayores frente a países como Francia, Alemania o Reino Unido, según un estudio de CA Technologies.

Camarero desgrana las ventajas que aporta la digitalización: “Crea experiencias nuevas al cliente, mejora la eficiencia operativa, genera nuevas fuentes de ingresos y permite una capacidad de respuesta rápida ante los cambios en el mercado”. Otros aspectos que destaca son la ventaja competitiva, la cultura de la innovación, la colaboración y el análisis de datos.

Un modelo de seis estadios

Moisés Camarero distingue seis fases en este proceso. En primer lugar, la visión: “Las organizaciones deben invertir esfuerzos en anticipar amenazas y visualizar brechas de oportunidad originadas por el fenómeno digital. Para ello, será esencial dominar las lógicas digitales y entender qué valor puede aportar lo digital a la empresa, ya sea en términos de eficiencia de ahorro de costes y/o de mejora de la productividad. Aquellos que tomen el control y sean capaces de convertirse en disruptores de sus mercados emergerán como los auténticos líderes del universo digital”.

En segundo lugar, los primeros pasos digitales están centrados en la mecanización y optimización de procesos. “La digitalización de los procesos es desigual, pero avanza a medida que los beneficios de su puesta en marcha superan los gastos de inversión”, afirma. El tercer paso tiene que ver con la conexión con el cliente y la omnicanalidad, por lo que hay que revisar todos los puntos de contacto y rediseñar los procesos lo cual “nos lleva al territorio de las bases de datos segmentadas, la personalización y la experiencia de usuario”. El cuarto estadio se centra en la oferta de valor, productos y servicios. “Amazon sugiere qué libros podríamos estar interesados en leer; los transportistas pueden informar sobre la ubicación de nuestra mercadería, etc.”, comenta Camarero.

El estadio penúltimo de esta evolución digital es reconsiderar el modelo de negocio. Spotify en música, AirBnB o Booking en turismo, Uber en transporte público… “Nuevos jugadores irreverentes contra los cuales la primera defensa acostumbra a ser legal o jurídica, pero que parecen imparables”, ilustra. La cultura digital cierra el ciclo y es que para acelerar el proceso de digitalización de la empresa, será necesario promover la adopción de competencias y habilidades digitales por parte de toda la organización. Y debajo de todo ello está la tecnología. “Ya hay tecnologías que están en el estadio 3, como la conocida The Machine. Hay bancos que no tienen oficinas y se sustentan en la movilidad. El HP X3, con docking station, es un ejemplo de anticipación digital”. Conceptos como Device as a Service de HP Inc. diluyen el arraigo a la propiedad y el pago por uso se impone. Y en este momento, “Compusof aporta dispositivos, servidores adaptados a IoT, nuevos modos de pago por uso, recursos humanos y formación. Estamos revalorizando a la gente que tiene talento, no hay que perder el tren de la transformación digital”, concluye Camarero. Es cuestión de supervivencia del tejido empresarial.

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Rufino Contreras
Rufino Contreras

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