Situado en el Triángulo del Arte de Madrid, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, uno de los emblemas del arte a escala internacional, alberga una de las colecciones pictóricas más importantes del mundo reunidas por la familia que le da nombre. Aunque de origen privado, la colección Thyssen-Bornemisza es desde 1993 patrimonio de todos los españoles, tras su adquisición por el Estado. Actualmente, el museo posee unas 1.000 obras de arte de la pintura occidental de los siglos XIII al XX, al que se suman las más de 200 obras en depósito gratuito de la colección privada de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza.
El centro siempre se ha mantenido fiel a su compromiso con la cultura y a su objetivo de transmitir conocimiento, educar e integrar socialmente a través de su extenso programa de actividades. En este período, esta institución ha sabido adaptarse y estar a la vanguardia apoyándose en las nuevas tecnologías, manteniendo la seguridad en la base de todos los proyectos acometidos. Los grandes retos del museo Con más de 150 empleados directos, más de un millón de visitas al año y una fuerte vocación internacional, el museo se rige por unos estrictos principios de gestión eficiente y racionalización de los recursos, y por criterios de calidad, innovación y exclusividad permanente. Este carácter innovador ha hecho que las TI siempre hayan jugado un papel importante, actuando como facilitador y aliado para habilitar nuevos canales de acceso a la cultura y permitir mejores experiencias de usuario; además de optimizar la gestión compaginando el negocio tradicional con alternativas digitales como parte de su transformación.
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