Este movimiento supone el impulso definitivo para los procesadores Opteron que han ido ganando terreno a Intel. Con todo, HP no renuncia a su firme compromiso con Intel -aunque ya no habla de servidores IA-32, ahora son servidores x86-, más aún con la adopción incondicional de los nuevos modelos Xeon con extensiones 64-bit.
De este modo, la gama ProLiant se verá ampliada a lo largo de esta primera mitad del año con los modelos DL145 y DL585 de dos y cuatro CPUs y, en la segunda mitad, con un blade de dos procesadores.
En cuanto a los nuevos Xeon, los primeros equipos HP dotados con ellos verán la luz hacia verano hasta dos CPUs, siendo en 2005, con ‘Potomac’ cuando lo hagan los de cuatro y ocho vías.
Los mensajes de fondo, en los que HP ha insistido una y otra vez son claros: nuestra estrategia es ir hacia la estandarización y nuestra apuesta por Itanium no tiene fisuras .




