La medida afectará a cerca de 875 empleados y se espera que genere unos ahorros de costes anuales de alrededor de 100 millones de euros. El detonante de la reestructuración ha sido la rebaja en sus previsiones de ganancias para el cuatro trimestre (con cierre a 31 de marzo) pasando de entre 17 a 22 centavos por acción a la franja de 8/12 centavos.
Al parecer, la caída en las ventas de productos de gestión en Windows y Unix junto a la recesión en el mercado alemán, podría ser las causas de la rebaja. El resultado deriva en que la facturación podría haber caído de los pronósticos iniciales (entre 410 y 425 millones de dólares) a un montante entre los 388 y 400 millones de la misma moneda.
El CEO de la compañía, Bob Beauchamp, ha indicado que “nos hemos realineado para aumentar la inversión en el crecimiento del negocio de gestión de servicio, manteniendo la rentabilidad de nuestra área mainframe y realizando la reducción necesaria para mejorar la rentabilidad de nuestra línea de gestión de sistemas distribuidos”.




