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¿Cuánto cuesta un ciberseguro?
El mercado del ciberseguro ha crecido de forma notable en los últimos años, impulsado por la creciente concienciación sobre los riesgos digitales y la presión constante de ataques cada vez más continuos y sofisticados. Las cifras así lo demuestran: se estima que el volumen global de primas pasará de los 15.000 millones de dólares en 2024 a 43.000 millones en 2030, con un cuarto de esa actividad concentrada en Europa. Sin embargo, este dinamismo no ha conseguido cerrar una brecha crítica: la que existe entre el coste real de los incidentes cibernéticos y la cobertura contratada por los clientes. En otras palabras, muchos usuarios no adquieren un límite de seguro adecuado para este tipo de riesgos, lo que provoca que algunos siniestros no puedan cubrirse en su totalidad.
¿Son suficientes las coberturas de un ciberseguro frente a un ciberataque?
Según datos recientes extraídos del informe Situación del Mercado Asegurador de WTW, el 15% de los siniestros quedan excluidos de la cobertura por la falta de una suma asegurada suficiente. En la práctica, esto significa que aún hay empresas que, pese a contar con un seguro, deben asumir una parte significativa del impacto económico tras sufrir un ciberataque.
De acuerdo con el análisis de datos extraídos por WTW, basado en más de 4.650 siniestros cibernéticos registrados a nivel global durante el último año, el coste medio por incidente fue de 3,9 millones de dólares. El siniestro de mayor impacto económico tuvo un coste de 331 millones mientras que el total desembolsado para las aseguradoras superó los 655 millones de dólares.
Un solo incidente —como el ocurrido con CrowdStrike en 2024— puede tener un impacto simultáneo en miles de empresas y sectores
Estas cifras evidencian la magnitud económica del riesgo y refuerzan la necesidad de seguir revisando los límites asegurados para que las coberturas estén alineadas con el nivel real de exposición.
Desafíos pendientes del ciberseguro
A pesar de ello, el mercado todavía se enfrenta a importantes retos estructurales. Uno de ellos es la agregación de riesgos: un solo incidente —como el ocurrido con CrowdStrike en 2024— puede tener un impacto simultáneo en miles de empresas y sectores. En ese caso, una actualización defectuosa provocó interrupciones generalizadas que afectaron entre el 3% y el 10% del mercado mundial de primas cibernéticas. Este tipo de siniestros, con características sistémicas, están llevando a las aseguradoras a replantear sus modelos de suscripción, especialmente en coberturas como el fallo de sistemas del proveedor, que se está convirtiendo en estándar.
En España, donde las empresas están cada vez más expuestas a la digitalización y a la externalización de servicios tecnológicos, el desarrollo del mercado de ciberseguros representa a la vez una oportunidad y un desafío. La normativa europea, con marcos como el Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA), está empujando a las organizaciones del sector financiero a reforzar su resiliencia digital, y se espera que estos estándares influyan también en otros sectores críticos.
El contexto actual resulta favorable para los asegurados, ya que el sector atraviesa una fase de mercado blando, caracterizada por un aumento de la competencia entre aseguradoras. Esta situación está presionando a la baja los precios de las pólizas de ciberseguridad, lo que beneficia directamente a los compradores y les brinda la oportunidad de contratar coberturas más amplias y adecuadas a su nivel real de exposición.
El ciberseguro, una herramienta complementaria
Como llevamos tiempo insistiendo desde WTW, es importante subrayar que el ciberseguro no puede concebirse como una solución integral, sino como una herramienta complementaria dentro de una estrategia de gestión de riesgos más amplia. Las coberturas seguirán aumentando, pero el verdadero impacto vendrá de la combinación entre prevención, tecnología, formación y cultura organizacional.
Precisamente, para ayudar a las empresas a reducir la brecha existente, herramientas como CyberQuantified,desarrollada por WTW, permiten estimar de manera precisa el impacto financiero potencial de un ciber incidente en función del perfil específico de cada organización. A través de modelos basados en datos reales de siniestros, esta plataforma facilita y optimiza la toma de decisiones al contratar un ciberseguro, asegurando que los límites y coberturas estén realmente alineados con el nivel de riesgo.
El crecimiento en el número de pólizas contratadas y en la sofisticación del ciberseguro es, sin duda, una señal positiva. Sin embargo, mientras la brecha entre los costes reales de recuperación y el nivel de cobertura persista, no se podrá hablar de una protección verdaderamente efectiva frente a los riesgos cibernéticos.
