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Qué es Cloud +
Durante años, uno de los debates más frecuentes en el ámbito tecnológico giraba en torno a la elección entre nube pública y entorno local. En sus inicios, la propuesta cloud parecía imponerse de forma definitiva, impulsada por estrategias como cloud-first o cloud-only. Las ventajas eran evidentes: escalabilidad, flexibilidad, acceso global y rapidez en la adopción de nuevas tecnologías.
Sin embargo, lejos de ser un modelo exclusivo, el entorno on-premises ha resistido y, en determinados sectores, incluso ha recuperado protagonismo. Sectores como el público, el financiero o el sanitario —marcados por una fuerte regulación, requerimientos de soberanía de datos o necesidades específicas de rendimiento— están incrementando su inversión en infraestructuras locales o privadas.
Esta evolución se refleja en el informe “State of IT Cost Optimization 2025”, elaborado por Sapio Research para Crayon, que analiza cómo están adaptando las organizaciones sus estrategias de nube, inteligencia artificial e infraestructura en un entorno cada vez más complejo. Entre sus conclusiones más destacadas:
- El 96% de las organizaciones encuestadas está considerando reasignar parte de su presupuesto hacia entornos locales.
- De media, el 37% del presupuesto de infraestructura IT se destinará a modelos on-premises o híbridos.
Lejos de una dicotomía excluyente, el modelo que emerge con más fuerza es el conocido como Cloud +: un enfoque híbrido donde la nube pública convive con nubes privadas y entornos locales, en función del valor que cada carga de trabajo aporta al negocio.
Sin embargo, lejos de ser un modelo exclusivo, el entorno on-premises ha resistido y, en determinados sectores, incluso ha recuperado protagonismo
OSCAR GALA, CRAYON ESPAÑA

Combinar sin duplicar
Esta convivencia tecnológica permite aprovechar lo mejor de cada entorno. Por un lado, las cargas que requieren elasticidad, despliegue global o procesamiento intensivo —como los modelos de IA— tienden a alojarse en la nube pública. Por otro, los sistemas heredados, los datos sensibles o las aplicaciones con requerimientos regulatorios específicos suelen mantenerse en entornos locales o privados.
El reto reside en la gestión. Si el modelo multicloud ya presenta una complejidad significativa, el escenario híbrido añade nuevas capas: mayor dificultad para mantener la visibilidad de costes, riesgo de duplicidades, sobredimensionamientos y falta de alineación entre el gasto y el valor real generado.
Costes, control y gobernanza: claves para una gestión eficaz
En este contexto, disciplinas como FinOps —gestión financiera de operaciones en la nube— y SAM/ITAM —gestión de activos de software e infraestructuras IT— se convierten en herramientas fundamentales para garantizar el equilibrio entre control del gasto, rendimiento y eficiencia operativa.
Ambas permiten aplicar principios de gobernanza, visibilidad y optimización en entornos cada vez más distribuidos. Su valor no reside únicamente en contener costes, sino en asegurar que cada euro invertido se traduzca en valor real para la organización.
Hacia una gestión integrada: hoja de ruta
El mismo estudio revela avances en la adopción de FinOps:
- El 90% de las organizaciones afirma haber iniciado prácticas FinOps (frente al 62% en 2023).
- El 57% considera que su estrategia de gestión de costes cloud tendrá el mayor impacto en el ahorro IT en los próximos años
- Sin embargo, la madurez sigue siendo baja: solo el 19% de las organizaciones disponen de una estrategia completamente integrada.
Para avanzar hacia una gestión eficiente en entornos Cloud +, conviene considerar una hoja de ruta basada en cinco principios:
- Asignar cada carga de trabajo al entorno más adecuado, evaluando criterios como escalabilidad, cumplimiento normativo, innovación o dependencia tecnológica.
- Aplicar metodologías FinOps que permitan monitorizar y optimizar el gasto en nube y servicios SaaS de forma continua.
- Implementar principios SAM/ITAM para garantizar el uso eficiente y legal del software en entornos locales e híbridos.
- Alinear a los equipos de FinOps y SAM/ITAM, promoviendo una visión común sobre el coste total de propiedad y el valor generado.
- Incorporar criterios de sostenibilidad, como los propuestos por el enfoque GreenOps, midiendo el impacto medioambiental (huella de carbono) de cada carga de trabajo y su adecuación a los objetivos ESG.
Infraestructura agnóstica para un gasto eficiente
El camino hacia una gestión IT moderna pasa por adoptar arquitecturas e infraestructuras agnósticas, capaces de adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio sin generar rigideces ni dependencia tecnológica. La clave ya no es apostar por un único modelo, sino contar con la capacidad de elegir el entorno más adecuado para cada necesidad.
Rentabilizar el modelo Cloud + implica más que tecnología. Requiere una visión estratégica, una gestión inteligente del gasto y un compromiso firme con la eficiencia —tanto financiera como medioambiental— en todo el ciclo de vida del software y la infraestructura.










