A FONDO

En qué consiste una smart city o ciudad inteligente



Dirección copiada

En este artículo vamos a explicar qué es una smart city, cuáles son los beneficios que presenta y mostraremos algunos ejemplos repartidos a lo largo del planeta

Publicado el 22 mar 2024



smart city
smart city

Qué es una smart city o ciudad inteligente

Una smart city o ciudad inteligente es un nuevo modelo que prima el uso de las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con el objetivo de:

Mejorar la vida de las personas que viven en ellas.

Convertir nuestro planeta en un lugar más sostenible y amigable con el medioambiente.

Conseguir un uso eficiente de los servicios y recursos naturales.

¿Por qué surgen las Smart Cities?

Las smart cities nacen para hacer frente a diferentes desafíos a los que debemos enfrentarnos si queremos que nuestro planeta siga siendo un lugar habitable, tanto para nosotros como para las generaciones venideras. Entre estos desafíos podemos enumerar los siguientes:

Crecimiento de la población en las ciudades. Según las previsiones del Banco Mundial, la población urbana aumentará a más del doble para el año 2050: en ese momento, casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades.

Cambio Climático: las ciudades son, en gran parte, responsables del proceso de cambio climático que estamos sufriendo en la actualidad.

Las smart cities tienen como objetivo reducir la emisión de gases de efecto invernadero, adoptando medidas en cuanto a eficiencia energética, uso de energías renovables y el fomento del uso del transporte sostenible.

Desigualdad social: las ciudades son el nicho de las desigualdades económicas y sociales.

En este sentido, las smart cities pretenden reducir la brecha a través de servicios públicos de calidad, la creación de nuevo empleo y la integración social.

Necesidad de innovación: Las TIC son esenciales para mejorar la vida del usuario en la actualidad y para resolver algunos de los problemas más graves que padecen las ciudades.

Cómo funcionan una smart city

Las ciudades inteligentes o smart cities funcionan a través del IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas’), es decir, la disposición de dispositivos interconectados entre sí a través de una red. Pongamos varios ejemplos:

  • Sensores: en diferentes puntos de las ciudades se pueden colocar sensores para recopilar datos del tráfico, de la calidad del aire y el consumo de energía, la gestión de residuos, etc.
  • Una apropiada infraestructura de comunicaciones, para que todos esos sensores puedan intercambiar información.
  • Plataformas de datos: los sensores almacenan datos, información muy valiosa que determina las acciones a seguir. Este tipo de plataformas almacenan, analizan y visualizan los datos recopilados.
  • Aplicaciones para los usuarios. Aprovechar que todos tenemos un smartphone en el bolsillo para que las Administraciones públicas desarrollen apps que ofrezcan información de la ciudad y de los servicios que ofrecen de manera rápida, cómoda y sencilla.
  • Inteligencia artificial: a través de la inteligencia artificial se pueden analizar grandes cantidades de datos. Los resultados se usan, posteriormente, para tomar las mejores decisiones en materia de eficiencia ciudadana, gestión de la energía, desarrollo de nuevas estrategias, etc.
Smart cities, en qué consisten

Características de una smart city

Eficiencia, interconectividad, sostenibilidad y seguridad: estos son los cuatro ejes sobre los que debería asentarse una ciudad para ser considerada smart city.

¿Cómo se consigue alcanzar la excelencia y el equilibrio entre todos ellos? A través de seis características primordiales:

Smart city: uso intensivo de las Tecnologías de la Información

Las smart cities se asientan sobre una red de sensores, dispositivos y plataformas interconectadas que recopilan grandes cantidades de datos en tiempo real, cuyo análisis continuo revela información muy valiosa.

Economía inteligente

Las ciudades inteligentes impulsan nuevas oportunidades de negocio, fomentando un clima de emprendimiento y dinamismo, atrayendo a inversores y diversificando la economía local.

Asimismo, se eleva la producción, optimizando procesos y automatizando tareas, y se favorece la cohesión social y territorial.

Generación eléctrica distribuida y Smart Grids

Las Smart Grids son la evolución de las redes eléctricas tradicionales y usan tecnologías digitales y de comunicación para mejorar la eficiencia, sostenibilidad y fiabilidad del suministro eléctrico de las ciudades.

Este tipo de redes permiten que los usuarios ‘envíen’ la información de su consumo y tengan un papel más activo en cuanto a la gestión de la energía, son flexibles en cuanto a la demanda de energía, permitiendo reducir la potencia en zonas con baja demanda, integrar fuentes de energía renovables, detectar fallos y pérdidas del suministro, etc.

Además, cuenta con un papel muy importante la generación eléctrica distribuida (GED), un nuevo modelo energético que consiste en que los propios ciudadanos también producen energía, claro está, a pequeña escala.

La energía se genera cerca del lugar donde se gasta; de este modo, se ahorra en transporte y se aumenta la eficiencia de la red eléctrica.

En definitiva, acercar la generación de electricidad a las ciudades, en lugar de mantenerla en lugares remotos.

Gestión eficiente de los residuos urbanos en una smart city

Cuanta más población haya en las ciudades, más basura se generará. De este modo, es necesaria la implementación de tecnologías que conviertan el sistema de recogida y gestión de los residuos en una actividad muy eficiente.

Esto se consigue, por ejemplo, con sensores inteligentes que monitorizan el nivel de llenado de los contenedores y optimizan las rutas de recogida, con tuberías subterráneas que transportan los residuos de manera más adecuada, etc.

Sistemas de seguridad y transparencia de los datos

Los sensores que hay repartidos en las ciudades inteligentes recopilan una gran cantidad de datos de sus habitantes.

Por ello, las smart cities deben garantizar la transparencia en el uso de dicha información, así como la seguridad de las personas con la instalación de cámaras, sensores y otros sistemas de protección.

En este sentido, el apartado de la ciberseguridad también debe verse fortalecido.

Ejemplos de Ciudades Inteligentes en el mundo

Zúrich, Suiza

La ciudad de Zúrich lo ha tenido claro a la hora de repensar su modelo de ciudad: ha puesto al ciudadano en el eje central de toda su estrategia, intentando lograr ese difícil equilibrio entre el desarrollo urbano y el cuidado del medioambiente.

Han invertido en redes de fibra óptica e infraestructuras que garantizan la conectividad, así como en la gestión circular de los residuos, han fortalecido el bienestar social gracias a la sanidad y educación públicas, y en la reducción de emisiones de gases nocivos.

Oslo, Noruega

Oslo se distingue como smart city gracias, en gran medida, a la colaboración entre las Administraciones públicas y el sector privado, presentando programas que fomentan la innovación.

Oslo sobresale, además, por el alto nivel educativo de sus ciudadanos, así como por la eficiente gestión de los residuos y las grandes extensiones de áreas verdes.

Asimismo, implementa políticas que disminuyen el consumo de energía y alivian el tráfico, enfocándose también en el diseño ecológico y la construcción eficiente de sus edificios.

Nueva York, EEUU

Desafíos como la gestión adecuada del agua y de los residuos se han tenido en cuenta a la hora de construir una Nueva York realmente nueva.

Esto se traduce en, por ejemplo, la implementación de un sistema de lectura automática de los contadores o un novedoso modelo de recolección de residuos mediante la incorporación de chips y contenedores solares.

Shanghái, China

Una de las mayores urbes mundiales ha acaparado la atención de todas las ciudades que pretender convertirse en inteligentes gracias al Shanghai’s Citizen Cloud, una plataforma de datos que ofrece acceso a más de 1.200 servicios para hacer la vida más cómoda y fácil a sus ciudadanos.

Este sistema facilita el trato con el gobierno local y simplifica la comunicación gracias a un único número de teléfono para comunicarse con distintos departamentos.

Barcelona, una smart city en España

Barcelona se distingue, sobre todo, por poseer un innovador sistema de transporte basado en energías renovables y que opera a través de rutas diagonales.

Además, el alumbrado público se ha renovado haciendo uso de la tecnología LED, que se caracteriza por su bajo consumo, y la gestión de los residuos se lleva a cabo a través de contenedores inteligentes.

Canberra, Australia

La capital australiana se distingue por sus iniciativas en cuanto a movilidad y sostenibilidad, así como por la proliferación de áreas verdes.

En los últimos años, se ha llevado un plan para facilitar el acceso a servicios de transporte, con la creación de un sistema de boletos único para autobús y tren ligero (mismo ticket, misma tarifa, mismas reglas y características), la expansión de patinetes eléctricos y la implementación de una flota permanente de buses eléctricos.

Proyectos de Smart Cities en España

Málaga

En 2023, Málaga fue considerada como la sexta ciudad más inteligente de España.

Y dos años atrás, en 2021, representantes de Málaga TechPark, el Ayuntamiento de la ciudad y Endesa firmaron un protocolo para iniciar el proyecto #eCityMálaga.

Málaga TechPark se convertirá en 2027, según las previsiones, en el “primer espacio urbano que implemente un modelo de Ciudad Circular del futuro en un entorno real que será sostenible, ecoeficiente, 100% renovable y digital”, gracias a “un ecosistema abierto de colaboración público-privada que contará con el impulso claro por parte de la Administración, con la cobertura de origen de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga, Málaga TechPark y Endesa, impulsora del proyecto”.

Zaragoza

Entre los diferentes proyectos que la ciudad de Zaragoza tiene previsto desarrollar para potenciar su nuevo modelo de ciudad inteligente nos encontramos con el CIEM Data Lab, que desarrolla un nuevo ejemplo de eficiencia energética y planificación sostenible en edificios; Ola Ziudadán, para potenciar la relación entre ciudadanos y Administraciones, entidades y comercios a través de una Tarjeta Ciudadana que tiene en cuenta, por ejemplo, la ubicación del usuario; e Intelitrafic, una red de sensores en el entorno vial que monitoriza la actividad de los vehículos para gestionar mejor el tráfico, etc.

Gijón

En 2022, el Ayuntamiento de la ciudad de Gijón presentó el proyecto ‘Gijón Smart Light, Smart City’ con el que se pretende generar “un cambio de modelo energético en la ciudad, promoviendo la transición hacia un consumo más sostenible, proveniente de fuentes renovables, y con un componente de innovación social que asegurará que toda la ciudadanía pueda ser partícipe del cambio”.

En este sentido, se prevé una renovación del alumbrado, haciendo uso de tecnología LED de bajo consumo y con sensores para un mejor uso de la energía, así como diferentes proyectos para la producción de energía renovable.

En definitiva, y en propias palabras del Ayuntamiento, “poner los medios para lograr una ciudad moderna, inteligente y sostenible, donde el suministro energético y su gestión facilite una transición energética justa”.

Bilbao

Según el Smart City Index, un ranking de ciudades inteligentes, Bilbao ocupa el puesto número 27, convirtiéndose, además, en la primera ciudad española de la lista.

Bilbao destaca en el apartado de la movilidad, al disponer de un transporte público satisfactorio y el fomento de la bicicleta para reducir el tráfico.

Además, se ha incidido en el fortalecimiento del saneamiento básico de las zonas más pobres y los espacios verdes y la actividad cultural es buena.

Madrid

Dentro de los diferentes proyectos que está desarrollando la capital madrileña en materia de smart city podemos nombrar Las Rozas Smart City, una apuesta “por el desarrollo de un modelo de gestión sostenible basado en la innovación, en las nuevas tecnologías y en la atracción del talento, como ejes fundamentales de la estrategia de crecimiento futuro de la ciudad”.

En este sentido, por ejemplo, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proceso para domotizar el riego de los parques y así ahorrar hasta un 40 % de agua; o diferentes eventos como el ‘University & Company Match’, que promueve sinergias entre las empresas y los centros universitarios para descubrir nuevas vías de colaboración.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 5