Pregunta: Para comenzar, ¿podría presentarse y contarnos su trayectoria en Kaspersky?
Respuesta: Muy buenos días. Soy Óscar Suela, director general de Kaspersky Iberia y de UK & Ireland. Llevo 17 años en la compañía y desde hace dos años asumí la dirección general.
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P. ¿Cuál es exactamente el alcance de su división?
R. Lidero Kaspersky Iberia, formada por 47 profesionales especializados en ciberseguridad, además de la región de Reino Unido e Irlanda. Aunque mi responsabilidad directa son estos mercados, la compañía opera en 200 territorios y tiene presencia física en más de 60 países.
P. ¿Qué peso tiene España dentro del negocio global?
R. Los resultados de 2024 muestran que Kaspersky alcanzó cerca de 1.000 millones de euros de facturación global. Iberia ocupa un papel principal dentro del panorama europeo. Esto se debe, en gran parte, a que tanto las empresas privadas como la Administración Pública en España están avanzando en ciberseguridad incluso a un ritmo superior al de otros países europeos. Eso nos impulsa a crecer de manera exponencial.
P. ¿Cuál es el equilibrio entre el negocio doméstico y el corporativo?
R. Kaspersky nació hace más de 25 años ofreciendo protección a usuarios domésticos. Hoy protegemos a más de 400 millones de usuarios particulares y a más de 300.000 organizaciones en todo el mundo. Si bien empezamos con antivirus para el hogar, ahora ofrecemos inteligencia de amenazas, protección en entornos IoT y OT, así como soluciones para infraestructuras críticas. También desempeñamos un papel en la concienciación cultural sobre ciberseguridad y en la colaboración público-privada.
P. ¿El peso del negocio es mayor en el sector público o privado?
R. En Iberia, el reparto es bastante equilibrado: aproximadamente un 60% del negocio procede del sector privado y un 40% del sector público.
P. ¿Dónde ven mayores oportunidades de crecimiento en los próximos años, especialmente en España?
R. Apostamos por la formación y la concienciación desde edades tempranas. Trabajamos en colegios, con AMPAs y con universidades a través de Kaspersky Academy, para retener el talento nacional. Otro foco clave es la protección de infraestructuras críticas, un ámbito en el que aún queda recorrido normativo y regulatorio. Además, estamos reforzando soluciones para el mundo industrial e impulsando la inteligencia frente al cibercrimen, que es una amenaza global y requiere una respuesta global compartiendo información.
P. El origen ruso de Kaspersky ha generado dudas en algunos países. ¿Ha afectado a su actividad?
R. No. Somos una empresa privada e independiente registrada en Reino Unido. Todo el procesamiento de datos se trasladó a Suiza dentro de una iniciativa global de transparencia. Contamos con 13 centros de transparencia en el mundo, donde cualquier tercero puede auditar nuestro código fuente y verificar que no existen puertas traseras. Cumplimos con normativas internacionales, como la ISO 27001, y en España estamos trabajando para que nuestras soluciones estén certificadas e incluidas en los catálogos oficiales del CCN-CERT.
P. ¿Qué diferencia a Kaspersky de otros proveedores de ciberseguridad?
R. La principal diferencia es que somos una compañía privada, independiente y no cotizada en bolsa. Tenemos presencia en 200 territorios, lo que nos permite recopilar inteligencia incluso en lo que llamamos “zonas calientes”. Esta información no solo mejora nuestros productos, sino que la ponemos a disposición de clientes y gobiernos para fortalecer la ciberseguridad global. No todas las empresas del sector pueden operar en estos territorios más complejos.
P. ¿Quiénes son sus principales competidores?
R. Prefiero no hablar en términos de competencia directa. En ciberseguridad, los actores maliciosos se están asociando entre sí, mientras que en el “lado bueno” todavía tendemos a vernos como competidores. En realidad, cada proveedor aporta soluciones distintas que se ajustan mejor a unas u otras necesidades. La clave está en colaborar para reforzar el ecosistema global de ciberseguridad.






