¿Cree que la adquisición de EMC por Dell ha podido suponer discontinuidad en el negocio o crear dudas en sus clientes que repercutan en los resultados?
L. M. R.: Es normal que ante la mayor adquisición del sector de IT en infraestructura surgieran dudas por parte de algunos clientes, y que nuestros competidores aprovecharan para sembrar incertidumbre. Sin embargo, después de un año de la unión de ambas corporaciones, lo que hemos demostrado es que en ningún caso la fusión ha supuesto problema alguno para nuestros usuarios. De hecho, en una de las encuestas que realizamos a nuestra base de clientes hemos podido confirmar que esta operación ha aportado valor para la mayoría de los usuarios, con una oferta end to end, desde el puesto de trabajo hasta las funciones más avanzadas dentro del data center o la nube. Adicionalmente, hemos aumentado nuestra inversión en áreas como la de investigación y de desarrollo.
«Nuestro propósito es invertir 4,7 billones de dólares de media este año y posteriores»
¿Cuál ha sido la evolución de la tecnología de almacenamiento en la empresa?
L. M. R.: Dell EMC es una compañía con un amplio port- folio de almacenamiento, no creemos que una única solución pueda dar respuesta a problemas de negocio tan dispares como el rendimiento máximo para entornos en tiempos real, la disponibilidad en medios de cloud privada o Big Data o la resiliencia de un sistema orientado a almacenar imágenes médicas, por ejemplo. Por este motivo, la evolución del almacenamiento dentro de la compañía siempre ha estado orientada a garantizar la mejor solución a cada caso de uso de nuestros clientes.
Últimamente Dell EMC ha reforzado su apuesta por la memoria Flash, ¿por qué?
L. M. R.: La respuesta es sencilla, porque nuestros clientes lo demandan, y lo hacen porque las unidades de negocio y sus aplicaciones requieren un mayor rendimiento y una mayor sencillez en el uso de IT. Flash es, en este sentido, un habilitador de negocio. 2017 ha sido el año en que Flash se ha convertido en el nuevo estándar para las aplicaciones tradicionales. 2018 será, sin duda, el inicio de la revolución de nuevas tecnologías dentro del mundo del data center.
