¿Subir a la nube? Sí, pero ¿cómo?

El debate de nube sí o nube no ha llegado a su fin. Prácticamente todas las compañías tienen claro que adoptar la nube aporta ventajas, pero ahora la pregunta es: ¿qué subir a la nube y qué modelo elegir para hacerlo?

Publicado el 11 May 2022

Encuentro sobre la cloud, Madrid.

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Son pocas las empresas que todavía no han decidido subir a la nube, pero también son pocas las que tienen el 100% de sus cargas de trabajo en un único entorno o con un único proveedor. El modelo híbrido es el que impera, combinando los entornos cloud y on premise según las necesidades de las organizaciones. Para hablar del salto a la nube y la gestión de estos ecosistemas complejos, Computing y T-Systems han reunido a expertos cloud de compañías de distintos sectores: desde el sector público al del transporte, la hostelería, los medios de comunicación, la energía o las finanzas, entre otros.

Office 365 ha sido la herramienta que ha allanado el camino hacia la nube para muchas empresas, sobre todo las de mayor tradición y que contaban con más legacy. “Implantar Office supuso un antes y un después”, reconoció Alberto Nieto, head of Users, Assets, and Desktop Solutions & Telecoms, ITSM EMEA de DHL. “El paso a la nube es inevitable en el momento en que muchas de las nuevas aplicaciones solo se ofrecen en este modelo, como la de Salesforce o Service Now”. Además de inevitable, es un paso imprescindible, ya que “la nube te ayuda, por ejemplo, a estar más cerca del usuario y mejorar su experiencia, lo que también aumenta la capilaridad, y si no cuentas con la infraestructura adecuada la red puede colapsar”. DHL es una empresa internacional, con alianzas con prácticamente todo los hiperescalares: “desde Amazon Web Services hasta Google y Azure”.

Cambio de paradigma

Aunque en muchos casos la nube ayuda a simplificar y agilizar los procedimientos, una de las premisas de adoptar esta tecnología es que ya no se pueden hacer las cosas como se hacían antes. “Cuando trabajan on premise, las empresas están acostumbradas a hacer de su capa un sayo, pero en la nube los proveedores tienen sus propias condiciones y las compañías también tienen que adaptarse a ellas”, aclaró Nieto. Y en esta adaptación, la planificación es “vital”, y más si los sistemas están en un entorno híbrido, en la nube y on premise, cuyo modelo exige una gestión combinada de ambos mundos.

No hay que tener apego a la tecnología. Hay que enamorarse de las necesidades de los clientes, no de las soluciones

En este punto se encuentra la compañía de servicios jurídicos PONS, “aún tenemos on premise ciertas herramientas de cliente y servidor, que son más complicadas de desmontar, pero lo acabaremos haciendo”, contó su CIO y CISO, Pedro Navas. Aunque para PONS el principal stopper para subir a la nube es la seguridad, porque cuando subes algo está “visible a todo el mundo”, ahora afirma haber “ganado confianza, sabiendo que la seguridad no solo depende del proveedor, sino de nuestras auditorías y procedimientos y, de momento, nos funciona muy bien. Hemos tenido más problemas administrativos, como en la gestión de cualquier otra tecnología, que de seguridad, y menos aún de servicio o rendimiento”.

OHLA, grupo global de infraestructuras, también está implementando un entorno híbrido. La compañía trabaja con Azure como cloud de referencia. “Allí hemos implementado nuestros servicios de disaster recovery y data management, y estamos desplegando nuestras infraestructuras en nube pública”, asegura Antonio Cobos, CTO de la compañía. Además, OHLA tiene desplegados otros servicios en SaaS y en cloud privada.

Según Cobos, el objetivo principal es mantener una óptima experiencia de usuario, tanto interna como externa, “algo esencial cuando los usuarios están muy distribuidos geográficamente y, a veces, en ubicaciones poco comunicadas”. Respecto a la evolución tecnológica de las compañías, asegura que “tanto la capacitación del personal como la capacidad de atraer talento, se han convertido en aspectos clave”. También comentó la importancia de la existencia de un rol que transcienda a la visión del desarrollo de sistemas y tenga claro el roadmap para guiar al resto de la organización en su modernización.

Lo que está claro es que “pasar las aplicaciones de on premise a la nube sin cambiar la visión y el método es caro, complicado y solo sirve para parar el negocio”, sentenció Fernando Oviol, global head Infrastructure and Telecommunication de Food Delivery Brands. “Hay que aprovechar las ventajas que da la nube tanto de disponibilidad como de desarrollo”. Por este motivo, la compañía, que lleva Telepizza y Pizza Hut en España y Latinoamérica, y la cual subió a la cloud privada en 2009, cuenta con una estrategia de “SaaSificación”, definió Oviol. “Tenemos mucho desarrollo a medida, por lo que vamos a ir estandarizándolo en modo servicio”. Cuando acaben con este proyecto de migración a las nubes de AWS y Azure, ya no tendrán nada en local.

En el caso de Madrileña Red de Gas, la migración a la nube, que iniciaron hace cuatro años, ya está casi completa. “Tenemos el 90% de nuestro IT en AWS y hemos ganado en velocidad y time to market. Lo que mantenemos on premise es una parte de la red OT”, dijo Héctor Morán, head of Information Systems, Business Processes & CX de la compañía. Estar en la nube pública ha agilizado la transformación de Madrileña Red de Gas e, incluso, ha mejorado su política de seguridad. “En lo que no se gana tanto es a nivel de costes”, confesó Morán, ya que “en aplicaciones con autoescalado o sistemas de backups, dependiendo del negocio, tienes que analizar los costes casi cada semana para que no se disparen”. En la compañía ya han empezado a desarrollar aplicaciones directamente en la nube pública. Sin ir más lejos, “el año pasado desarrollamos una app core, que utiliza todo el sector, directamente en la nube de AWS”. No obstante, Morán afirmó que son “agnósticos en cuanto a la cloud” y que también trabajan con Azure.

Para empresas como El Confidencial, el autoescalado, “aunque hay que vigilarlo”, es una de las razones por las que están 100% en la nube desde el año pasado. “Tenemos unos picos de tráfico bestiales y hay que ser flexibles”, afirmó Julio Muñoz, CTO del medio. “Empezamos en la cloud privada de NTT, pero se globalizaron y llevaron sus sedes a Japón, por lo que cuando surgía un problema no había nadie en España y tardaban días en darnos una solución”. Ahora están en la nube de AWS, pero quieren llevar parte de sus sistemas a otro proveedor para no depender de uno solo. “Aunque ahora parezca que el vendor locking es más acusado, con el CPD también existe, y además dependes de dos actores, del fabricante y del partner”.

Hora de tomar decisiones

Desde qué modelo adoptar, -híbrido, multicloud …-, hasta qué subir a la nube o qué no y con qué proveedor hacerlo, migrar a la nube implica tomar muchas decisiones. “Un proceso de transformación digital no implica subirlo todo a la nube. Existen apps que se van a cambiar próximamente y que no tiene mucho sentido migrar. Al final, los proveedores de cloud diseñan sus servicios sin pensar en el caso concreto de cada empresa, por eso es muy importante contar con un partner que adecue estos servicios”, afirmó Fabiana Santamaría, senior account de T-Systems.

Lo que está claro es que el mercado cloud se reparte, mayoritariamente, entre los grandes hiperescalares: Microsoft Azure, AWS y Google Cloud, “aunque Amazon será competidora de muchos de sus clientes de cloud”. En el encuentro señalaron qué llama la atención de cada nube; por ejemplo, de Azure lo que más interesa es la parte de Office 365, y de Google Cloud, la parte de analítica de datos. Con estos tres proveedores trabaja Cabify, una empresa moderna, -nacieron hace once años-, y 100% cloud. Sin embargo, Alberto González, VP of Data de la compañía, afirmó que “no por ser nativos digitales no se nos presentan problemas o retos en la gestión de la tecnología, de hecho, hace poco tuvimos que rehacer una app monolítica que utilizaban millones de usuarios por no calibrar bien la escalabilidad”.

Aunque González valora especialmente la elasticidad que proporciona la nube, –“sobre todo durante la pandemia, cuando no prestamos prácticamente servicio y, por tanto, los costes, aunque existieron, fueron mínimos”-; en Cabify les interesan “los problemas de los clientes, y los resolveremos con la tecnología que más convenga, sea la nube u otra. No hay que tener apego a la tecnología, pero en este sentido, los ingenieros y técnicos son los que más apego crean con las soluciones. Las diseñan y las consideran como su criatura. Hay que enamorarse de las necesidades de los clientes, no de las soluciones”. A lo que sí tienen apego en Cabify es a mantener el know how en casa, “no tenemos casi outsourcing. Para nosotros es vital que aumenten las competencias de los empleados, por lo que estamos constantemente formándonos”.

Contar con varios proveedores cloud puede suponer un sobrecoste y dificultar la operativa, pero da mayor libertad saber que si hay algún problema con un proveedor, no estás vendido

Sin bien esta formación es esencial, para el caso de una pyme, “tener ciertos servicios gestionados en cloud, aunque pueda salir más caro a nivel de tecnología, permite ahorrar en contratación de personal y tiempo, permitiendo que la empresa se dedique a generar negocio”, explicó Ignacio Rodríguez, responsable de IT del Instituto para la Calidad Turística, una pyme privada pero que depende tecnológicamente de la Secretaría de Estado de Turismo. Hace en torno a siete años comenzaron a migrar a la cloud de Google una pequeña parte de sus sistemas, pero la aplicación principal continúa en los servidores virtuales del Ministerio de Defensa, y “nos gustaría integrar esta app también en la nube”.

No obstante, la Administración Pública “tiene unas limitaciones legales y de control de datos que no tiene el sector privado, y el ahorro tampoco es el mismo”, clarificó Pablo Gómez, executive AM de T-Systems. En el caso de Nationale-Nederlanden, al pertenecer al sector de los seguros y las finanzas está sujeto a la normativa europea y tiene muchas auditorías que proponen mejoras, “y cuando implementas estas mejoras es cuando realmente sube la factura de cualquier tecnología”, contó José Luis Campuzano, head of Data and Cloud Services & Hosting de la compañía.

Campuzano no quiere más máquinas virtuales, “dan mucho trabajo y no nos aportan nada, cuando empiezas a hacer las cosas nativas en cloud se ve de verdad las ventajas que tiene”. Nationale-Nederlanden está en la nube de Microsoft, ahora tratando temas de monitorización, y respecto a estar en varios proveedores, Campuzano afirmó que “puede suponer un sobrecoste y dificultar la operativa, pero da mayor libertad saber que si hay algún problema con un proveedor, no estás vendido”.

Sin prisa, pero sin pausa, están subiendo a la nube en Madrid Digital, una AAPP en la que la pandemia ha acelerado la migración, “desde Office 365, hasta el contact center o el sistema de ticketing”, enumeró Juan Ramón Palomino, director de Atención Multicanal y Experiencia de Usuario de Madrid Digital. Sin embargo, otros sistemas de los que dependen la gestión de prestaciones públicas o el sistema crítico de Remedy de BMC Software, -que actualizaron recientemente, pero no en cloud-, “no nos hemos atrevido a llevarlos a la nube todavía”.

Tanto en el sector privado como en el público, los departamentos TIC se han reinventado para dar valor al negocio, y ya tienen la idea de que la nube, como cualquier otra tecnología, es una aliada para conseguir este objetivo, que permite mejorar la gestión y la explotación de los datos.

Encuentro sobre la cloud, Madrid.
Encuentro sobre la cloud, Madrid.

Marta de Mesa, Expert Sales de T-Systems

“Personas, metodología y herramientas: los tres ejes para la construcción de un entorno de nube híbrida”

La demanda de plataformas cloud, tanto de nube pública como privada, está creciendo exponencialmente entre las organizaciones, y parece que lo va a seguir haciendo. Sin ir más lejos, en España se prevé un crecimiento de un 20% en el número de empresas que utilizan este tipo de plataformas para 2023.

Esta tendencia está totalmente ligada a la necesidad que tienen las compañías de crecer e impulsar su modelo de negocio. El objetivo es alcanzar una mayor rapidez y agilidad en el desarrollo de sus actividades, en definitiva, mejorar el time to market a la vez que mantienen la flexibilidad y la seguridad de los entornos tradicionales. Sin embargo, el viaje a la nube de cada compañía varía en función de sus necesidades. Y es en este punto donde las arquitecturas híbridas cobran especial importancia, puesto que combinan las particularidades de cada uno de los dos mundos, el cloud y el on premise.

T-Systems es un proveedor agnóstico. Somos capaces de trabajar con todos los hiperescalares, con los sistemas legacy de nuestros clientes y con nuestra propia cloud privada para ajustarnos a las necesidades concretas de sus negocios. Para ello, contamos con tres ejes fundamentales: el primero son las personas, altamente capacitadas y certificadas, tanto en las principales nubes públicas como en las tecnologías tradicionales on premise.

El segundo eje lo compone la metodología, nuestro propio cloud migration framework, que incluye desde la evaluación del proceso, donde analizamos y definimos los requerimientos de nuestros clientes, hasta el plan definitivo de migración y su posterior puesta en marcha.

Por último, el tercer eje gira en torno a las herramientas, el elemento crítico que acaba de completar la hoja de ruta para la orquestación de todos estos ecosistemas y garantizar su coexistencia a bajo coste y con un alto nivel de seguridad.

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Laura del Río
Laura del Río

Periodista especializada en tecnología, innovación y emprendimiento en Computing España y coordinadora de contenidos en TicPymes.

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