Con el fin de favorecer el desarrollo de la Sociedad de la Información y la convergencia con Europa, AETIC (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España), ha ofrecido su visión sobre el panorama nacional en contraste con el europeo. En este sentido, Jesús Banegas, presidente de AETIC, ha mostrado su inquietud sobre la actual situación del mercado nacional ante cuatro puntos clave: la libre elección del software, la piratería, la copia privada y la patentabilidad de las invenciones implementadas por ordenador.
Con la defensa de la libre competencia por bandera, Banegas aludió a la confrontación que se viene viviendo últimamente entre el software bajo licencia (propietario) y el popularmente conocido como ‘software libre’, donde se ha llegado incluso a la imposición del software libre por parte de las Administraciones Públicas”. Frente a esto, Banegas abogó por favorecer la neutralidad tecnológica señalando que “ya hemos transmitido esta preocupación al Gobierno”.
Inquietante también es la piratería informática. Sobre ella, Banegas ha señalado lo preocupante de una situación que posiciona a España -con más de la mitad del software bajo licencia ilegal – por delante de la mayoría de los países europeos. “Este dudoso honor se hace más patente”, señala, “cuando hablamos de usuarios domésticos y pymes”.
Por otro lado, el presidente de AETIC quiso repasar la controversia creada en torno a la imposición de cánones en determinados dispositivos digitales. En este punto, el responsable explicó como la asociación rechaza dicho gravamen sobre soportes y equipos de almacenamiento digital por lo absurdo de su imposición.
Por último, y ante el debate suscitado por la propuesta comunitaria, actualmente en tramitación, sobre la ‘patentabilidad del software’, la Asociación criticó la negativa de nuestro país a este respecto. Así, Banegas dejó claro como AETIC aboga por promover esta regulación europea como medio de protección de la producción intelectual y fomento de la innovación en nuestro continente.
“España no debería significarse por algo que va a ser marginal. Nos convendría imitar a los países vecinos y no hacer cosas extrañas que no nos conducen a nada”, concluye.




