Según la Wikipedia, el almacenamiento definido por software (SDS) es “un modelo de almacenamiento basado en políticas de aprovisionamiento no dependiente del hardware”. No se me ocurre una definición mejor a la hora de analizar su trascendencia para las infraestructuras de TI. Se trata, básicamente, de arquitecturas que separan la gestión y distribución del almacenamiento del hardware físico subyacente. Y esto, que puede parecer solo un gran avance, es en realidad mucho más porque supone, de hecho, superar definitivamente épocas pasadas, marcadas por la ineficiencia del hardware, para pasar a vivir entre soluciones automatizadas, mucho más simples, pero mucho más inteligentes.
En la actualidad, nadie duda ya que el almacenamiento definido por software cuenta ya con su hueco en el mercado. Según datos de Transparency Market Research, el mercado de almacenamiento definido por software registrará un crecimiento cercano al 30 por ciento (29,2%) entre 2017 y 2025.
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Cómo funciona
El SDS agiliza los servicios de almacenamiento de acuerdo con las necesidades específicas de cada aplicación. Al crear una separación flexible entre las aplicaciones y los recursos disponibles, un hipervisor puede equilibrar todos los recursos que cada aplicación necesita (proceso, memoria, almacenamiento, redes, máquinas virtuales…).
A diferencia de los modelos tradicionales, el SDS escala prácticamente de forma lineal con los requisitos de rendimiento para alimentar múltiples entornos. Las nuevas soluciones aportan plataformas de probada solvencia y alto rendimiento que aportan un modelo de almacenamiento inteligente, escalable, seguro e integrado, en soluciones fáciles de implementar y gestionar. En el caso de los arrays InfiniBox de Infinidat, es hardware de propósito general.
¿Por qué ahora?
Pero ¿por qué el SDS vive su auge precisamente ahora? La respuesta es sencilla: porque, hace ahora 20 años, el hardware no era lo suficientemente rápido ni eficiente para dar respuesta a los requerimientos de las infraestructuras definidas por software. Pero ahora, ese modelo sí puede aplicarse al hardware sobre el que corre, lo que elimina la necesidad de depender de él. En definitiva, el SDS, que lleva en el mercado bastante tiempo, permite ahora una aproximación diferente, más posibilista.
¿Qué tipo de retos puede hacer necesario un SDS?
En principio, todas aquellas organizaciones que necesitan contar con una gran rapidez en sus operaciones y para hacer frente a sus retos. El software hace que todo sea mucho más ágil y efectivo en costes. También podríamos hablar de organizaciones cuyo negocio propiamente dicho necesita prestaciones como estas, que necesita simplicidad en el uso de sus sistemas, y necesita un gran rendimiento y una gran disponibilidad.
¿Cómo atiende el SDS a estos retos o necesidades?
La gestión no es necesariamente más sencilla, pero cualquier cosa que esté definida por software supone siempre una mayor sencillez. Asimismo, la optimización del propio software permite incrementar el rendimiento sin necesidad de hacer cambios en el hardware. Además, el SDS permite operar de forma independiente en caso de tener que incorporar nuevos media (NMVe, SCM, RAM, Flash, SCM, QLC…). Todo esto acorta los tiempos de desarrollo, y cualquier tipo de actualización.
Cualquier cosa que esté definida por software supone siempre una mayor sencillez
Reducción de costes: un aspecto esencial
Hasta ahora, la capacidad de almacenamiento venía definida por la capacidad del hardware. Ahora, al liberar los datos de esta limitación, los usuarios pueden simplificar e integrar la gestión del almacenamiento y la protección de los datos a través de nuevas aplicaciones, en convivencia con los sistemas heredados. Además, se pueden virtualizar los arrays de almacenamiento para unificar los silos de información y entregar servicios y datos en los nuevos entornos híbridos sin limitaciones.
Infinidat, por ejemplo, ofrece sistemas físicos que mantiene el propio fabricante, con una amplia gama de opciones de implementación y consumo, y con un ROI mucho más bajo que las tecnologías tradicionales, como ratifica un estudio de Forrester.
Tendencias: inteligencia artificial, machine learning, deep learning…
Los proyectos de inteligencia artificial, machine learning, deep learning, etc. son ya una realidad. Según datos de IDC, en 2021 el 75% de las aplicaciones empresariales utilizarán inteligencia artificial. Y, ante los requerimientos de estos nuevos despliegues, la elección de la infraestructura de almacenamiento es esencial para el éxito.
El SDS aporta una solución de almacenamiento compartido de alto rendimiento, un acceso más rápido y menos complejo a los datos
El SDS aporta una solución de almacenamiento compartido de alto rendimiento, un acceso más rápido y menos complejo a los datos -y, consiguientemente, mayor fiabilidad y menores costes- y habilita nuevas formas de gestionar el dato que basándose en el hardware serían inviables.
En definitiva, es un hecho que el almacenamiento definido por software permite modernizar y gastar menos en infraestructura, liberando recursos y tiempo para construir las infraestructuras innovadoras que necesitan las organizaciones para sostener su futuro digital.