OPINIÓN

EU AI Act: impacto en las empresas españolas



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La regulación europea reconoce esta realidad y propone un marco claro que incentive la transparencia, la seguridad y la rendición de cuentas

Publicado el 30 abr 2025

Begoña Vega

Head of AI Models & Applications en Innova TSN



ley ia europea

La Inteligencia Artificial se ha consolidado como una fuerza transformadora en prácticamente todos los sectores, alterando cómo trabajamos, consumimos y tomamos decisiones. En este contexto, Estados Unidos y China compiten por el liderazgo tecnológico, mientras la Unión Europea ha optado por encabezar un enfoque distinto: la regulación. El EU AI Act es un marco jurídico pionero que busca garantizar que los sistemas de IA en la UE sean seguros y respeten los derechos fundamentales.

La mayoría de las empresas que desarrollan IA lo hacen con la intención de aportar valor, desmitificando la narrativa que asocia automáticamente la IA con riesgos como la desinformación, manipulación o discriminación. La regulación europea reconoce esta realidad y propone un marco claro que incentive la transparencia, la seguridad y la rendición de cuentas. El reto para el ecosistema empresarial español no es menor: adaptarse a estas exigencias sin perder competitividad en un mercado global dinámico. Para lograrlo, será clave acompañar la regulación con educación, estructuras adecuadas y apoyo efectivo.

Adaptación organizativa al nuevo marco regulatorio

La adaptación al nuevo marco normativo europeo y nacional no puede limitarse a una respuesta técnica o legal puntual: exige una transformación organizativa profunda. Las empresas —especialmente aquellas que desarrollan o integran soluciones de IA— deberán repensar su estructura interna para garantizar el cumplimiento normativo y una gestión responsable de estas tecnologías. Una de las primeras medidas clave es la creación de comités de IA compuestos por perfiles multidisciplanares, que sirvan como órganos de supervisión, asesoramiento y toma de decisiones en torno al diseño, desarrollo y despliegue de sistemas inteligentes. A esto se suma la necesidad de una atribución clara de roles y responsabilidades, acompañada de mecanismos efectivos de rendición de cuentas, que permitan identificar con precisión quién responde ante posibles impactos negativos. Otro de los pilares fundamentales será el fomento de una cultura organizativa centrada en la responsabilidad, que incluya programas de formación específicos en IA para perfiles técnicos, de negocio y directivos. La alfabetización transversal será esencial para una gobernanza efectiva. Por último, deberán implementarse sistemas de control proactivos, capaces de identificar riesgos, evaluar su impacto y activar planes de contingencia adecuados. Todo ello supondrá, en muchos casos, una reestructuración interna relevante, pero necesaria para alinear el negocio con las nuevas exigencias éticas y legales.

La adaptación al nuevo marco normativo europeo y nacional no puede limitarse a una respuesta técnica o legal puntual: exige una transformación organizativa profunda

BEGOÑA VEGA, INNOVA TSN

MLOps como aliado para el cumplimiento regulatorio

En este contexto de transformación interna, las metodologías MLOps emergen como un aliado estratégico para garantizar el cumplimiento del marco regulatorio. La necesidad de garantizar trazabilidad, seguridad y cumplimiento ético en todas las fases del ciclo de vida de los modelos —desde el diseño hasta su despliegue y monitorización— está impulsando una segunda ola de adopción de estos enfoques. MLOps ofrece herramientas para automatizar la documentación del ciclo de vida completo de los modelos, establecer mecanismos de validación continua y garantizar la reproducibilidad de resultados. Estas capacidades responden directamente a los requisitos de transparencia algorítmica y rendición de cuentas exigidos por la normativa. Al integrar MLOps, las organizaciones no solo optimizan la eficiencia, sino que también fortalecen su compromiso con un desarrollo de IA responsable y alineado con las normativas vigentes.

Adaptando el marco europeo al contexto nacional

España ha comenzado a transponer este marco europeo a través del Anteproyecto de Ley para el Buen Uso y la Gobernanza de la Inteligencia Artificial. Aunque su aprobación puede percibirse como una carga adicional para el tejido empresarial, también es una oportunidad para generar confianza, impulsar la transparencia y fomentar una IA ética. Sin embargo, su aplicación no será homogénea: en un país donde la mayoría de las empresas son pymes o micropymes, la capacidad de adaptación será muy desigual.

Estas organizaciones, con recursos más limitados, pueden enfrentar más dificultades para cumplir con los requisitos técnicos, organizativos y legales que impone la nueva normativa. Al mismo tiempo, su agilidad interna puede ser una ventaja si se les proporcionan herramientas adecuadas. En este contexto, resulta crucial que las administraciones públicas acompañen el despliegue de la ley con medidas de apoyo específicas: formación, asesoramiento técnico y ayudas económicas.

En paralelo, el anteproyecto ha recibido críticas por establecer un régimen sancionador más laxo para la Administración Pública que para las empresas privadas, lo que podría generar desigualdad de trato y debilitar la percepción de justicia y coherencia en su aplicación. Una implementación efectiva exigirá, por tanto, no solo cumplimiento normativo, sino también equidad y un acompañamiento real a todo el ecosistema empresarial.

La regulación europea marca el inicio de una nueva etapa en la gobernanza de la inteligencia artificial. No se trata de frenar el desarrollo tecnológico, sino de orientarlo hacia un modelo que garantice derechos, transparencia y confianza. Si se acompaña de estructuras organizativas sólidas, formación especializada y medidas de apoyo eficaces, este marco puede convertirse en un impulso para una innovación más sostenible, ética e inclusiva.

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