Los anteriores planes que intentaron sacar a España del perenne retraso tecnológico en que se encuentra sumida pecaron siempre de los mismos errores: falta de concreción en las medidas a aplicar, escasa delimitación de objetivos e, incluso, dispersión en cuanto al presupuesto. En suma, no pasaban de ser más que un decálogo de buenas intenciones.
Por eso, el Plan Avanza, aprobado el pasado 4 de noviembre, pretendió ser un cambio con respecto a las versiones avaladas por los anteriores ejecutivos, como Info XXI o eEspaña. El Gobierno Zapatero se cuidó de definir una serie de objetivos que ayudaran a delimitar las medidas a seguir. Pero además, buscó el respaldo del sector TIC al recurrir al asesoramiento de la comunidad de expertos a la hora de definir las líneas maestras de los nuevos planes.
Finalmente, tras las recomendaciones del Consejo Asesor de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (CATSI) se aprobó el Plan Avanza el pasado 4 de noviembre. Su principal axioma queda resumido en un objetivo global: conseguir que el volumen de la actividad económica relacionada con las TIC alcance el siete por ciento del PIB en el año 2010. Para lograrlo es consciente de la necesidad de involucrar, pero también establecer modelos de colaboración, a los diferentes actores implicados en el proceso: sector privado, sociedad civil y las distintas Administraciones (Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos).
Como no podía ser de otra manera, el Plan concede una importancia tal a la utilización de las TIC, que las define como críticas a la hora de contribuir al desarrollo de un modelo de crecimiento económico en el que la mejora de la productividad y competitividad han de jugar un rol determinante. De hecho, la productividad de la economía se ha convertido en el principal caballo de batalla si se quiere garantizar la viabilidad futura del modelo económico. Pero también insiste en la tecnología como factor clave en la consecución de la cohesión, tanto social como territorial, y en el acercamiento de los servicios de la Administración a los ciudadanos.
En cuanto al respaldo económico que avala al Plan Avanza se materializa en una suma de 785,6 millones de euros, a las que el Gobierno suma otros 412,1 millones adicionales procedentes de partidas ya destinadas al desarrollo por parte del ministerio de Industria.
Las actuaciones contempladas por el Plan Avanza se estructuran en cinco grandes áreas de actuación: competitividad e innovación, educación, servicios públicos digitales, hogar y ciudadano y desarrollo de infraestructuras de banda ancha.
