En Microsoft son muy contadas las ocasiones en que se envía un mensaje de correo electrónico a todos los empleados. Posiblemente la última vez que paso al así fue cuando Bill Gates paralizó los trabajos de desarrollos de los sistemas operativos para reforzar el área de seguridad. Ahora, Ballmer ha retomado esta línea de actuación para comunicar a los empleados del Gigante de Redmond que IBM con su estrategia Linux se ha convertido en el gran rival corporativo.
El tono optimista a largo plazo de Ballmer a lo largo del comunicado no resta para que admita el escepticismo de los clientes, más preocupados por maximizar recursos que por la tecnología en sí. Con el lanzamiento del próximo Windows, Longhorn, previsto para 2005, Ballmer está dispuesto a caer de nuevo en los retrasos de llegada al mercado si con ello consigue mayores niveles de innovación y fiabilidad. Su visión, en contra de lo que abogan la mayoría de expertos, pasa por que el hardware se convierta en una commodity, no así el software.




