Los sectores bancario y asegurador han modificado a la baja su actitud en cuanto a los costes en Tecnologías de la Información tal y como se desprende del informe elaborado por Accenture e Icea (Investigación cooperativa entre entidades aseguradoras y fondos de pensiones) y hecho público como «Estudio comparativo de los costes de Tecnologías de la Información de los sectores asegurador y bancario en el año 2002».
El año analizado fue uno de los peores que ha vivido el sector asegurador en su historia, lo que supuso una reducción en el crecimiento de los costes de TI, que fueron del 7,3 por ciento respecto al 14 por ciento del año anterior. Esta variación, según Ricardo López-Guinea, socio de Accenture, tuvo como resultado «una pérdida de peso relativo de las TI frente al negocio».
Esta inflexión de TI se ha producido en dos contextos totalmente diferentes, ya que en las entidades aseguradoras se observa un crecimiento sostenido de las primas mientras que el crecimiento de los gastos de explotación ha sido inferior a los ingresos, mientras que en las entidades bancarias se aprecia una reducción de la eficiencia, creciendo los gastos por encima de los ingresos.
A la hora de medir la calidad de los costes se ha tenido en cuenta la discrecionalidad (porcentaje del coste de TI dedicado a nuevas adquisiciones, desarrollo de nuevas aplicaciones y mantenimiento evolutivo de las mismas), y la flexibilidad (porcentaje del coste de TI que representan las partidas de coste variable como nueva adquisiciones y proveedores externos). La medida del ratio de discrecionalidad se sitúa en el 38,2 por ciento en las aseguradoras frente al 40,4 por ciento de la banca. El ratio de flexibilidad es del 36,2 por ciento para el sector asegurador y del 45,6 por ciento en el bancario. Esto indica que la banca ha evolucionado hacia un escenario centrado en el corto plazo, mientras que el sector asegurador ha mejorado sustancialmente la calidad de sus costes de TI, aunque su nivel de coste de TI relativo al negocio ha disminuido.
Por otra parte, se confirma que en ambos segmentos de negocio las empresas que mayor nivel de TI en términos relativos al negocio y en calidad obtienen mayor contención en los niveles de gasto.
A modo de conclusión, tanto el representante de Accenture como Marcial Fernández Amorós, director del área de sistemas de Icea, coinciden en señalar que debe garantizarse una proporción adecuada entre niveles de TI y negocio invirtiendo la tendencia del 2002 a la vez que un alineamiento de las inversiones en TI con el negocio para asegurarse que actúan sobre las fuentes de creación de valor. El sector asegurador, además, debe tender a alcanzar las proporciones de discrecionalidad y flexibilidad que tenía la banca en el año 2001, que figuran entre las mejores prácticas a nivel europeo.
