La compañía taiwanesa D-Link, centrada en el desarrollo de soluciones de networking con una plantilla de 3.000 empleados y una facturación de 830 millones de dólares a escala mundial, ha presentado sus expectativas de cara al ejercicio 2001 en nuestro país. Una circunstancia que se produce cuando se han cumplido seis meses desde que abriera una oficina en la península ibérica (concretamente en Barcelona), con el fin de ofrecer apoyo directo al canal de distribución (mayoristas, OEM, on line y catálogo) con el que venían operando en nuestro país desde junio de 1999.
Al frente de la nueva filial, que depende de D-Link Mediterráneo, está Luigi Salmoiraghi, quien aseguró que el objetivo en cuanto a facturación de la filial que encabeza para 2001 está fijado en 11 millones de dólares. De tal cifra 9 millones de dólares se generarán en España (lo que supone un crecimiento del 170 por ciento en relación con la cifra obtenida en 1999) y los 2 millones de dólares restantes en Portugal. En total, D-Link Europa prevé facturar 200 millones de dólares al cierre de 2001, lo que supone alrededor de un 25 por ciento de su facturación global.
El directivo prevé que de cara al segundo semestre de este mismo año sea posible abrir un nuevo centro de operaciones en España, en este caso el lugar elegido será Madrid. La compañía dispone de un presupuesto inversor de 400 millones de pesetas para desarrollar su actividad en la península.
Finalmente indicar que, según Arnulf Hess, presidente de D-Link Europa, España es el segundo mercado en importancia para la compañía en el Sur de Europa.
