IBM revela ciertos detalles relativos a la última versión de sus microprocesadores Blue Flame (diseñado para los servidores de gama alta zSeries) y Power 4 (para los servidores pSeries basados en Unix), señalando que ambos estarán en el mercado de acuerdo con el calendario previsto. Haciendo frente a los recientes ataques de los responsables de compañías como Oracle o Sun, en el sentido de que IBM no puede afrontar la era Internet, los directivos de la compañía aseguraron que ambas firmas suelen ser muy bulliciosos en sus acciones de marketing.
Los ejecutivos de la empresa han asegurado que IBM ha destinado el 20 por ciento del área de Blue Flame a lograr tres imperativos fundamentales fiabilidad, disponibilidad y capacidad de servicio (RAS), lo que permitirá a los sistemas informáticos que lo incluyan reaccionar ante fallos y realizar un mantenimiento proactivo. Desde el punto de vista de los directivos de IBM, el espacio destinado en Blue Flame a dar soporte a las tres características ya citadas supone una ventaja importante en relación a la competencia y un adelanto en relación al pasado, ya que hace sólo unos años, las firmas desarrolladoras de chips destinaban a RAS un único dígito. Parece que el espacio adicional introducido por IBM podría servir no sólo para identificar fallos en los sistemas sino también para reunir la información suficiente para defenderse de futuros errores.
En relación al microprocesador Power 4, que estará disponible para ser lanzado a principios del ejercicio 2001 junto a los sistemas pSeries (RS/6000 and AS/400), los representantes de IBM indicaron el objetivo perseguido no es otro que llevar la potencia informática del mainframe al mercado de Unix. En paralelo, y con el fin de elevar la velocidad y disminuir el consumo de electricidad, el Gigante Azul ha hecho uso para la conexión de los circuitos de una tecnología que, denominada SOI (Silicon on Insulation), que se basa en aluminio.
Finalmente indicar que IBM ha decidido invertir 2.500 millones de dólares (casi medio billón de pesetas) en la construcción de una planta de desarrollo de chips en East Fishkill (Nueva York). Esta operación, que forma parte de un plan en el que se invertirán 5.000 millones de dólares (alrededor de un billón de pesetas), culminará en el momento de entrada en operación de la fábrica en el transcurso de la segunda mitad del año 2002, lo que supondrá la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo.




