Aunque el principio de este año coincidió con la entrada en vigor del III Acuerdo de Formación Continua alcanzado por el Gobierno, la patronal y los sindicatos para los próximos cuatro años, la primera convocatoria para la presentación de acciones formativas por parte de empresas y trabajadores se retrasará hasta marzo.
El principal motivo del retraso es la constitución de una nueva fundación tripartita que se hará cargo de la responsabilidad que hasta el momento era competencia de la Fundación para la Formación Continua (FORCEM).
Un patronato, del que por primera vez formarán parte representantes de la Administraciones junto a los de las organizaciones sindicales y de las asociaciones empresarial, y un comisión delegada, en la que participarán únicamente representantes de la Administración, son los dos principales órganos de la nueva fundación, que este año destinará alrededor de 134.000 millones de pesetas al desarrollo de programas de formación continua en consonancia con la estrategia europea fijada en la Cumbre de Lisboa y el Fondo Social Europeo, de los que se beneficiarán más de dos millones de personas.
La desaparición de la figura del promotor, anteriormente indispensable para la presentación por parte de las empresas de los proyectos formativos, y la apertura de la iniciativa a las cooperativas y a las sociedades anónimas, destacan entre las novedades de este nuevo acuerdo.




