Como cabe esperar, no se trataría de código crítico de sus sistemas operativos, sino que sería más bien un mecanismo de adquirir mayor compromiso con los clientes a través del código que únicamente es infraestructura.
Este movimiento supone un claro acercamiento hacia el modelo open source, matizando sus primeras impresiones que lo descalificaron apuntando a que destruiría la industria informática.
Ya lo había venido haciendo con sus actuaciones a lo largo del tiempo, contando con hasta 25 licencias GPL en su Unix Services for Microsoft.
En otro orden de cosas, Bill Gates, cofundador de la compañía, parece haber sugerido que 2006 será la fecha definitiva de Longhorn, el nuevo sistema operativo del Gigante de Redmond. Mientras, los búlgaros ya ‘disfrutan’ de la venta de una versión alpha pirateada del sistema.




