Tal y como informaba la semana pasada la agencia de noticias Reuters, Microsoft ha dado un golpe de efecto a Linux, después de que el sistema del pingüino le arrebatara algún contrato con las Administraciones europeas. El último y, probablemente uno de los más sonados, fue le protagonizado por Suse Linux e IBM en Munich con una base instalada de 14.000 equipos.
Ahora, las tornas han cambiado y es el Gigante de Redmond el que se ha impuesto a Linux en varios proyectos, cuyos términos económicos no han sido desvelados. De este modo, Microsoft ha anunciado que desplegará su sistema operativo, tanto a nivel servidores como cliente, en miles de ordenadores de las administraciones locales de Frankfurt, Latvian -capital de Riga- y Turku (Finlandia).
Según la consultora independiente Ovum, más del 90 por ciento de los desktops en Europa, tanto en las empresas como en la Administración, está ligado a Microsoft, si bien precisa que en el segmento servidor se ha recrudecido la competencia con el desembarco de Linux, no sólo respecto a Windows, sino a una más extendida base de Unix. Por su parte, Linux disfruta de una cuota cercana al 15 por ciento en Europa occidental.





