GFT presenta GreenCoding para reducir las emisiones de CO2

GreenCoding sirve para diseñar, programa y ejecutar el software de una forma mucho más respetuosa con el medioambiente, aspirando al uso de código de cero emisiones.

Publicado el 03 Jun 2021

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GFT ha dado a conocer en España una propuesta para el desarrollo de código sostenible destinada al ahorro de millones de toneladas de emisiones de CO2. Con esta iniciativa, GFT quiere ayudar a otras compañías a diseñar, programar y ejecutar el software de una forma mucho más respetuosa con el medioambiente, contribuyendo así a preservarlo y a la lucha contra el cambio climático.

Según un estudio de Gartner, alrededor de la mitad de los ejecutivos creen que la COVID-19 ha aumentado su voluntad de priorizar la lucha contra el cambio climático. Este impacto ha sido todavía mayor a nivel de sostenibilidad social. Sin duda, uno de los campos donde todavía hay mayor camino por recorrer es el tecnológico. Toda la actividad relacionada con el uso de las computadoras genera emisiones de gases de efecto invernadero. Concretamente, las TIC representan entre el 5 y el 9% de toda la demanda mundial de electricidad, una cifra que no para de crecer año tras año, según los datos del anuario estadístico de Enerdata.

El objetivo de esta iniciativa de GFT es que el software forme parte de la solución climática y que la tecnología sea una palanca clave para el cambio

Con el objetivo de reducir esta huella y ayudar a sus clientes a ahorrar millones de toneladas de emisiones de CO2, GFT lanza ahora en España su iniciativa GreenCoding de cero emisiones.

Para el desarrollo de GreenCoding, la compañía ha desarrollado una serie de mejores prácticas para los profesionales tecnológicos: desde arquitectos de sistemas a desarrolladores, testers, diseñadores de UX o gestores.

GreenCoding se apoya en tres pilares: la lógica, la metodología y las plataformas utilizadas para escribir, desarrollar y ejecutar el código. Algunos de los principales principios sobre los que se ha creado esta iniciativa son:

  • Apagar durante la inactividad: Al igual que se apagan las luces, el software debe cerrarse cuando nadie lo utiliza. Esto significa diseñar las aplicaciones bajo los principios modulares para que puedan cerrarse por separado.
  • Evitar el consumo impulsivo: Si el software incluye la asincronía, los trabajos pueden agruparse para ser procesados juntos en secuencia. Si no se comprueba este aspecto, todo el procesamiento podría llevarse a cabo en tiempo real por defecto, aumentando el consumo de energía. En cambio, con este tipo de análisis, se podría revelar, por ejemplo, que el procesamiento por horas o incluso al final del día podría ser apropiado, optimizando así el consumo de energía.
  • Centrar la inversión de tiempo y energía: Hay que contemplar el ciclo de vida global del software desde su creación, al uso, mantenimiento y eliminación. Para ello, hay que plantearse también su público objetivo.Profundizar en estos detalles ayudará a comprender las frecuencias de uso y la duración de las interacciones medias, identificando qué elementos de la arquitectura necesitarán más energía y, por tanto, dónde invertir tiempo y esfuerzo.

Aspirando al código de cero emisiones

Durante el acto de presentación de GreenCoding que ha tenido lugar en Madrid, Manuel Lavín, director de desarrollo de negocio digital (CDO) de GFT, ha recordado que el potencial de esta iniciativa es inmenso. “Todo código tiene una huella y esta debe ser lo más pequeña posible. Si se amplía a los servidores de todo el mundo y más allá de ellos a las redes y los dispositivos de consumo, cada línea de código tiene el potencial de reducir el consumo de energía y, por tanto, las emisiones”, ha destacado.

Por su parte, Gonzalo Ruiz de Villa Suarez, director de tecnología (CTO) de GFT, ha recordado: “Los programas informáticos con código abierto suelen contener secciones redundantes que podrían desperdiciar tiempo de análisis de la red y de la computadora. Por ejemplo, la elección del formato y de la forma de cargar las imágenes o del diseño visual repercute en los tiempos y, también, en la experiencia de los usuarios. Una mala decisión, cuando se amplía a millones de usuarios, puede comportar años de tiempo de funcionamiento extra que podría ser evitable”.

Los clientes de GFT que adopten esta solución mostrarán su compromiso medioambiental, reduciendo de forma significativa el impacto de sus propias actividades

GFT aboga por un cambio de mentalidad que priorice la sostenibilidad y la eficiencia en lugar de solo tener en cuenta el coste inicial. De esta forma, los gestores pueden centrarse en la optimización del software de principio a fin, lo que en última instancia impulsará no solo el coste operativo sino también la eficiencia energética y el rendimiento mientras se mejora la experiencia de los usuarios.

Las directrices que se incluyen en GreenCoding son solo el punto de partida de esta iniciativa con la que GFT ayuda a sus clientes a priorizar la lucha contra cambio climático reduciendo su huella de carbono. Además del grupo de trabajo que lidera esta iniciativa, también se ha creado una Comunidad GreenCoding para desarrollar conjuntamente la idea de facilitar el aprendizaje y compartir conocimientos.

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Redacción Computing

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