El grupo SCO, propietario del sistema operativo Unix, ha advertido que Linux es un derivado no autorizado de Unix, y que la responsabilidad jurídica por el uso de Linux podría extenderse a los usuarios comerciales. De hecho, SCO ha hecho pública esta alerta en base a sus hallazgos relativos a las inclusiones ilegales de propiedad intelectual de Unix de SCO en Linux. Asimismo, también ha indicado que hasta que los riesgos que conlleva Linux sean mejor comprendidos y adecuadamente resueltos, suspenderá todas sus futuras ventas del sistema operativo de fuente abierta.
En este sentido, Chris Sontag, director general de SCOsource, una unidad de negocio del grupo SCO, sostiene que «SCO está dando este importante paso porque hay asuntos de propiedad intelectual con Linux que hay que resolver. Cuando el propio código fuente del software Unix de SCO está siendo copiado ilegalmente dentro de Linux, creemos que tenemos la obligación de advertir a los usuarios comerciales de la potencial responsabilidad en la que se puede incurrir por usar este software para gestionar sus empresas. Nuestra opinión al respecto es tan contundente que estamos suspendiendo las ventas y distribución de SCO Linux hasta que esto se resuelta».
No obstante, SCO continuará dando soporte a los clientes actuales de SCO Linux y Caldera OpenLinux y los mantendrá indemnes de cualquier aspecto relacionado con la propiedad intelectual de SCO en referencia a los productos anteriormente mencionados. Además, a corto plazo, SCO se centrará más en Unix y en la estrategia de crecimiento de la compañía alrededor de los servicios Web, SCOx. Así, Darl McBride, presidente del grupo SCO, comenta que «la compañía sigue comprometida en dar servicio a nuestros clientes y, por lo tanto, intentamos continuar nuestra estrategia de crecimiento alrededor de SCOx, el marco de servicios web para pequeñas y medianas empresas y delegaciones de grandes empresas».




