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TechnoVision 2026: las cinco tendencias clave que marcarán el entorno empresarial



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Capgemini identifica la madurez de la IA, la reinvención del software y la soberanía tecnológica como ejes estratégicos para 2026

Publicado el 15 dic 2025

Rufino Contreras

Redactor Jefe



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Al final del año, metidos en harinas proféticas, las compañías trazan tu visión de futuro, adelantando las tendencias que marcarán el devenir de la tecnología y su impacto directo en los negocios y organizaciones empresariales. En esta ocasión, Capgemini a través de su informe ‘TechnoVision 2026’, define los puntos calientes de la vanguardia de tecnología e innovación.

Aunque la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa continúan siendo protagonistas, el informe destaca un cambio claro: la transición desde la experimentación hacia la integración estructural, el impacto operativo y el valor empresarial tangible.

Las tendencias identificadas reflejan una evolución hacia arquitecturas más resilientes, operaciones inteligentes y una mayor atención a la soberanía tecnológica en un contexto geopolítico cada vez más complejo.

Las cinco tendencias tecnológicas clave para 2026

1. El año de la verdad para la inteligencia artificial

Tras años de inversiones y proyectos piloto, las organizaciones se enfrentan al reto de convertir la IA en resultados medibles. El foco se desplaza desde casos de uso aislados hacia implementaciones a escala empresarial, sustentadas en datos, arquitectura e infraestructura sólidas. La clave estará en la “química entre humanos e IA”, que permitirá generar confianza, colaboración y valor sostenido.

Por qué importa: 2026 marcará el paso de la prueba de concepto a la prueba de impacto, consolidando la IA como motor real de transformación empresarial.

2. La IA redefine el software

La IA está transformando el ciclo de vida del desarrollo de software: de escribir código a expresar intenciones. Los desarrolladores definirán resultados, mientras que la IA generará y mantendrá los componentes. Este cambio exige nuevos modelos de gobernanza, supervisión humana y control de calidad para garantizar seguridad, resiliencia y confianza.

Por qué importa: las organizaciones deberán reconstruir sus aplicaciones, redefinir roles y reciclar talento. El valor diferencial residirá en el pensamiento sistémico, la coordinación de agentes y la gestión de ecosistemas autónomos.

3. Cloud 3.0: la convergencia de todos los modelos de Cloud

La siguiente fase del Cloud integra entornos híbridos, privados, multicloud y soberanos como base operativa de la IA a gran escala. El rendimiento, la baja latencia y la resiliencia impulsan arquitecturas distribuidas donde el Cloud y el edge funcionan como una única estructura inteligente.

Por qué importa: Cloud 3.0 ofrece mayor flexibilidad y resiliencia, pero también incrementa la complejidad. Las organizaciones deberán reforzar habilidades, gobernanza e interoperabilidad para operar con éxito en múltiples entornos.

4. El auge de las operaciones inteligentes

Los sistemas empresariales evolucionan desde plataformas estáticas hacia motores activos de operaciones inteligentes. Los agentes de IA integrados en procesos clave permiten orquestar cadenas de valor completas, optimizar la ejecución y anticipar incidencias en áreas como finanzas, supply chain, RR. HH. o atención al cliente.

Por qué importa: las empresas pasarán de automatizaciones fragmentadas a operaciones conectadas, proactivas y adaptativas, siempre bajo un modelo de supervisión humana que garantice fiabilidad y resiliencia.

5. La paradoja de la soberanía tecnológica sin fronteras

La soberanía tecnológica deja de entenderse como aislamiento y pasa a definirse como interdependencia resiliente. Ante la imposibilidad de una autonomía total, las organizaciones priorizarán el control selectivo de capas críticas, la diversificación de proveedores y el desarrollo de alternativas soberanas en Cloud, IA y semiconductores.

Por qué importa: la continuidad del negocio y la mitigación de riesgos se convierten en imperativos estratégicos, con un impacto directo en arquitecturas tecnológicas y decisiones de inversión.

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