Esquizofrenia TI

Tengo que confesar que mi hogar se ha convertido en un batiburrillo de tecnologías dispares, donde conviven diferentes generaciones de dispositivos.

Publicado el 04 Mar 2014

Esquizofrenia TI

Lo de convivir es un decir, porque entre la Surface de Microsoft, el iPad Air, un smartphone Samsung Android, un Nokia de mi abuela, mi PC HP con XP y mi portátil Sony antediluviano distan años luz. Los nativos digitales, verbigracia mis hijos, se han apoderado de las tabletas, y no hay momento del día que no aprovechen para hacer sus incursiones en las redes sociales o practicar con el FIFA o el adictivo Candy Crush. A quien firma, como usuario aferrado al mundo del ordenador personal, le basta con su sobremesa, un poco de música, leer la prensa por Internet, acceder a Youtube y consultar la Wikipedia. Nuevos dispositivos traen nuevas aplicaciones, y nuevas aspiraciones para sus usuarios.

Y en esta situación tan heterogénea, cómo conciliar la funcionalidad de cada dispositivo, cómo garantizar la salvaguardia de los archivos. Cuento por decenas las fotos digitales que perecieron en el camino e incluso grabaciones importantes y artículos. Trasladando esta problemática, multiplicada exponencialmente, al ámbito corporativo, compadezco al CIO, y lo en R. Contreras tiendo más que nunca. Lo que en un hogar son dos PC en una organización es una granja de servidores o dos centros de datos, y un par de tabletas, se convierten en cientos de BYOD, con sus particularidades y problemática correspondiente (exigencia de los usuarios, limitaciones de uso, seguridad).

La gestión de los datos y la catalogación de los archivos es cada vez más relevante para la empresa. Resulta crucial tener acceso y disponibilidad no sólo de las aplicaciones y de los servicios, sino de los datos, que se han convertido en el principal activo de la compañía. Si no controlamos los datos, no controlamos a nuestros clientes, no somos capaces de administrar nuestro stock y nuestra producción, y de dirigir con eficacia el negocio. La movilidad, el cloud, Big Data, no hacen sino complicar el juego, y hay que subirse al carro, pese a quien pese. Nos lo dicen los expertos, con una cantinela constante, y muchas veces hacemos caso omiso. Pero, ojo, en Tecnologías de la Información, llegar tarde es casi peor que no llegar nunca.

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Rufino Contreras

Rufino Contreras

Periodista con luenga experiencia en Tecnologías de la información. Vi alumbrar el primer ordenador personal y ahora soy copiloto de la IA (ahí lo dejo). Me inquieta y me apasiona la ciberseguridad, es necesario conocer las trampas del cibercrimen y con qué armas contamos para desarticularlo. Trato de conjugar la profundidad de los clásicos con los horizontes de la innovación. Ya lo dijo Apio Claudio: “El hombre es artífice de su destino”, y ahora más, gracias a la tecnología. Pero no olvidemos a Sócrates: “La técnica sin virtud no es nada.”
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