El Museo del Prado y Madpixel cambian la forma de ver y compartir el arte

Este museo es el primero del mundo que permite al usuario navegar y descubrir en ultra-definición las principales obras de la Colección permanente del Museo del Prado mediante la aplicación Second Canvas Museo del Prado de Madpixel.

Publicado el 24 Mar 2014

Laura del Río

Periodista

gioconda
gioconda

El Museo Nacional del Prado y Madpixel han presentado Second Canvas Museo del Prado, una aplicación que integra el conocimiento de la pinacoteca con la capacidad de interactuar del usuario, para así ampliar la experiencia en el Museo, ya sea como preparación a la visita, por curiosidad o afinidad cultural, o como herramienta educativa.

Second Canvas Museo del Prado incluye las 14 obras maestras principales del Museo, otras 60 pinturas en alta definición y la posibilidad de comprar in-app la Gioconda del Prado.

Además, la aplicación permite capturar las imágenes y compartirlas mediante las redes sociales Facebook y Twitter o enviarlas por email. Y gracias a su modalidad de conexión a la televisión por medio de cable o airplay, el usuario puede disponer de las imágenes a gran tamaño

Asimismo, la aplicación permite crear listas personales de obras favoritas y descargar las fichas de las obras, su audioguía y los detalles de las imágenes gigapixel para disponer de ellos sin conexión a Internet.

La aplicación es la primera app creada con la plataforma Second Canvas de Madpixel, y aporta un gestor de contenidos que facilita al Museo la posibilidad de actualización permanente del contenido.

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Laura del Río

Laura del Río

Periodista

Periodista especializada en tecnologías de la información, innovación y estrategia empresarial. Cuando comencé a estudiar la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, la mitad de la clase quería ser periodista deportivo y la otra mitad corresponsal de guerra, yo estaba entre los segundos. Pero después de muchas experiencias trabajando como becaria, desde el ámbito editorial hasta el de la aviación, acabé en el mundo "tech", un terreno inexplorado para mí que me apasionó al instante y que, de momento, me ha dado más alegrías que disgustos. Ahora trabajo para que mis lectores se acerquen a la tecnología sin miedo ni prejuicios.

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