El CIO retoma protagonismo en medio de una etapa marcada por los vaivenes sociopolíticos que se han encendido tras los conflictos de Ucrania y de Oriente Próximo, acompañados en nuestro país por el dilatado proceso de formación de Gobierno, y por el surgimiento del llamado ‘hype tecnológico‘.
El efecto para el departamento de Sistemas se traduce en un plan de ajuste de cara a priorizar las inversiones que hay que realizar. Pero solo eso, pues las expectativas son optimistas, ya que Gartner adelanta para 2024 unas previsiones de crecimiento del gasto mundial TIC del 8%.
El hecho es que el CIO se enfrenta con cada vez más desafíos que debe administrar con eficacia y que deben estar en línea con los objetivos de la organización, dirigidos hacia el control de costes, la eficiencia y la automatización.
El CIO se enfrenta con cada vez más desafíos que debe administrar con eficacia y que deben estar en línea con los objetivos de la organización
El dato positivo es que hay una evidencia de que la tecnología es el engranaje perfecto que permite evolucionar la empresa.
Este alineamiento se refleja en cómo las estrategias tecnológicas se diseñan junto con las de negocio, y es aquí donde el CIO tiene que ser capaz de unir la tecnología con el propósito de la compañía, y participar en la estrategia actuando como nexo entre todo lo digital y el core de negocio.
CIO y el hype tecnológico
Es en este escenario donde las tecnologías disruptivas toman posiciones a un ritmo de vértigo; el radar que visualiza sus posibilidades de implantación da su visto bueno a IoT, ML, metaverso… y, cómo no, a la IA Generativa, la gran protagonista que promete cambiar el paso de las entidades.
El hecho es que estas tecnologías se han convertido en algo estratégico para convertirlas en ventajas competitivas; como, por ejemplo, para llevar a cabo análisis predictivos.
Sin embargo, hay quienes marcan una línea en rojo frente al ‘hype tecnológico’, al señalar la presión de la industria por hacer nuevas inversiones o las coacciones internas para ser pioneros. A pesar de ello, la apuesta es clara por abrazar el uso de estas tecnologías.
El CIO está convencido de que son enormemente habilitadoras para su evolución, aunque debe ser consciente de la necesidad de garantizar su uso responsable y seguro.
Y, junto a ellas, el CIO sigue mirando hacia el dato, la ciberseguridad y la nube; con la convicción de incluir en su actividad el eje verde de la sostenibilidad. La sensación ante estas tendencias es que Sistemas de Información e Innovación se dan la mano, utilizando la tecnología como elemento catalizador.
